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ENSENADA.- La presidenta del Observatorio Ciudadano de San Quintín, Verónica Domínguez Meraz, interpuso demanda ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Baja California (CEDH-BC), y ante quien corresponda, contra el concejal presidente del Municipio de San Quintín, Jorge Alberto López Peralta, por violencia de género, discriminación, daño psicológico, maltrato verbal, entre otros.

Verónica Domínguez expresó que el pasado viernes 6 de agosto de 2021, a las 9:00 horas, acudió al Concejo Municipal Fundacional de San Quintín con la directora de Servicios Públicos Municipales e Infraestructura, Brenda Villa, quien se comprometió a atenderlos como agrupación de Observatorio Ciudadano.

Además, refirió que un día antes que invitaría a la directora de Bienestar, Guadalupe Valdez, la concejal Anayeli Bautista Tenorio, al concejal Selvio Ibáñez, ya que ellos tenían que ver con el tema que se iba a tratar con ella sobre los recursos del Ramo 33 que se van a invertir para el revestimiento de calles de las diferentes delegaciones del Sexto Municipio de San Quintín.

Se llegó el día de la reunión y “estábamos todos presentes, la arquitecto de Servicios Públicos, la Directora de Bienestar, concejal Anayeli Bautista Tenorio, concejal Selvio Ibáñez, ella como presidenta del Grupo Observatorio Ciudadano de San Quintín, Rubén Reyes Guajardo, vocero del grupo, Felipe Pérez Reyes, Jurídico de dicha Agrupación y el concejal Arnulfo Silva Martínez, quien fue invitado por la presidente de la Agrupación”, señaló Domínguez.

“Alrededor de las 9:15 horas iniciaban la reunión, en eso irrumpe intempestivamente el concejal Presidente, Jorge Alberto López Peralta, a cuestionar a los presentes del por qué se estaba llevando a cabo dicha reunión y en qué momento se había pedido la reunión, ya que dijo que toda reunión debe ser por escrito y con anticipación” dijo.

En su testimonio, la presidenta agregó: “pedí la palabra acto en que a duras penas se me otorgó, y le respondí al concejal presidente, Jorge Alberto López Peralta, que fue la arquitecto Brenda Villa quien había agendado y autorizado dicha reunión; de repente empezó a gritar el señor López Peralta y a gritos pidió que todos lo escucháramos, golpea la mesa con enojo, de una manera que ni él mismo se soportaba, ya que se le notaba en la cara todo el coraje que expresaba; en ese momento, la presidenta del Grupo Observatorio Ciudadano le dijo que siempre era la misma situación con él, que siempre le gustaba gritar y ordenar en las reuniones y en ese momento me dijo: cállese señora, levantando la voz y manoteando de nuevo y no permitiéndome hablar, pues dejaba entrever su enojo y coraje hacia mi persona”.

Acto seguido, Rubén Reyes Guajardo, integrante del Observatorio Ciudadano le sugirió que bajara la voz, que no le gritara a la presidenta, y que tampoco le manoteara. Por lo que Jorge Alberto López Peralta parecía estar loco de ira.

Después de la discusión acalorada, Jorge Alberto López ordenó tajante a los tres concejales: “¡Los quiero a fuera para platicar!” y sacó a los tres concejales de la reunión. “Todos nos quedamos mirándonos de un lado a otro nada más, estábamos confundidos y aproveché para pedirle un disculpa a la arquitecto Brenda Villa, por lo suscitado, además estábamos sorprendidos por el actuar del concejal presidente hacia sus propios compañeros”, señaló agregando que salieron tratando de responder pero fue inaudito.

Luego de un rato, regresaron los tres concejales y prosiguió la reunión.

Para terminar, comento que en eso pidió la palabra el concejal Jorge Alberto López diciendo que ya se iba a retirar, y muy enérgico, dijo que las obras que van a realizar sobre revestimiento de calles ya no eran modificables y que le hicieran como lo hiciéramos se llevarían a cabo, lógico los demás concejales siguieron el acatamiento a lo ya predispuesto.

Por lo anterior, Verónica decidió acudir a la CEDH-BC a interponer su queja por violencia de género, maltrato verbal, discriminación y daño psicológico y lo que resulte en contra del concejal presidente, Jorge Alberto López Peralta, por contravenir sus derechos elementales, debido a la forma altanera en que se conduce hacia su persona cada vez que se ven.