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TIJUANA.- La Delegación Federal Única en Baja California buscará, a través del diálogo con los liderazgos del campamento migrante de El Chaparral, que se retiren voluntariamente del lugar, al considerar que las autoridades que se arriesga la vida y la integridad de los niños que la integran.

Alejandro Ruiz Uribe, delegado federal único en Baja California, informó que ya tienen localizados a cinco de los liderazgos -tres extranjeros y dos mexicanos- con quienes hablarán para despertar conciencia de que están poniendo en riesgo la vida de las personas que llegan ahí con engaños.

El funcionario federal sostuvo que es un acto de irresponsabilidad, hay que ver que dice el código penal y las acciones que toman en tiempo de pandemia y cuando se pone en riesgo la salud de los demás.

Ruiz Uribe comentó que son migrantes que están viviendo en Tijuana, pero alguien les dijo que con el anuncio de Biden van a poder pasar a Estados Unidos con el asilo, y sostuvo que en caso de que haya personas sin hogar serán recibidos en el Centro Integral para el Migrante; el gobierno de México afirma, además, que no se van a tomar medidas extremas para retirar a los migrantes por la fuerza.

“Por la vía de la violencia, no. Estamos tratando de reunirnos con los liderazgos que están ahí, porque están cometiendo una amenaza para la sociedad en términos de la pandemia, no pueden tener a la gente agolpada de esa manera, es un acto de mucha responsabilidad”, expresó Ruiz Uribe.

Informó que hay tres mil 400 centroamericanos en Baja California que están pasando el proceso de sus juicios políticos aquí, que fueron enviaron desde Estados Unidos para que crucen a través del estado; agregó que un promedio de 27 a 40 personas diarias está recibiendo el gobierno de Estados Unidos.

Los demás, tiene que esperar a que se abra la plataforma para llenar la solicitud, pero estar ahí agolpados es un asunto de irresponsabilidad por parte de los liderazgos que les dicen que sí van a conseguir algo.

El delegado federal único informó que actualmente están recibiendo entre 400 a 500 personas diarias deportadas de Estados Unidos.

“Están expulsando a núcleos completos de población por Baja California. Llegan en muy malas condiciones, y está tomando cartas en el asunto, con la instalación de albergues por parte del gobierno del estado, para atenderlos, porque vienen muy mal, sin comer y sin zapatos”, agregó.