Política y Políticos

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) es según su propia definición reglamentaria una institución con autonomía técnica y de gestión que tiene el objetivo evaluar las políticas y los programas de desarrollo social, así como medir la pobreza de acuerdo con la Ley General de Desarrollo Social.

Aunque, político lector, eso suena bastante complejo, hay que decir que es el organismo que se encarga de revisar si los gobernantes en turno son capaces o no de eliminar los indicadores de pobreza en cada uno de los estados del país, y Baja California no es la excepción.

¿Qué dice de Baja California? Que entre 2018 y 2020, es decir, durante los primeros meses del sexenio del presidente de México, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, se ha logrado reducir de manera relevante la pobreza en este estado fronterizo, en la región que enmarca la esquina de Latinoamérica y la entrada de cientos de miles de personas a Estados Unidos, el país más poderoso del planeta.

Concretamente, lo que se expone y bajo el lema de “Lo que se mide se puede mejorar” es que Baja California disminuyó su rango de población en pobreza de 23.6 por ciento en 2018 a 22.5 por ciento en 2020, que, aunque pueda parecer poco, representa un logro bastante relevante si se toma en cuenta la crisis que derivó de la pandemia de Covid-19, que impidió en gran medida el ejercicio adecuado de la función pública.

Si bien la pobreza extrema, la más difícil de erradicar, no registró cambios significativos, sí se movió el asunto, ya que pasó de 22.2 por ciento a 21 por ciento, en el mismo margen que en lo que se refiere a ese indicador en particular.

Asimismo, en cuanto a la pobreza relativa en materia de vivienda bajó de modo significativo de acuerdo a la apreciación del propio CONEVAL bajó de 9.5 por ciento y 6.8 por ciento, debido a los esfuerzos desplegados desde el gobierno federal, y ya desde diciembre de 2019 con el apoyo del gobernador de Baja California, JAIME BONILLA VALDEZ, para responder al derecho humano de las personas por contar con un hogar.

Y junto con las viviendas también se redujo el porcentaje de personas que no cuentan con servicios básicos al interior de sus casas, pasando de 8.9 a 5 por ciento, lo que representa un porcentaje similar al de vivienda, lo que refleja el sentido social de la Cuarta Transformación, lo que es muy complejo de conseguir al tomar en cuenta la condición flotante de un amplio porcentaje de la población del estado.

Mucho se dijo de los esfuerzos y la vocación alimentaria del gobierno de BONILLA VALDEZ, y eso se reflejó a través de la entrega masiva de despensas en los complejos días de la pandemia de Covid-19, así como en la aplicación de los desayunos escolares. Eso vino a reducir entre 2018 y 2020 la pobreza alimentaria del 14.8 por ciento al 13.4 por ciento, lo que enmarca una auténtica lucha por erradicar la pobreza en el territorio nacional.

Por otro lado, muy buen sabor de boca dejaron la presidenta municipal de Tijuana, KARLA RUIZ MACFARLAND, y el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Baja California, ALEJANDRO FRAGOZO LÓPEZ, quienes este viernes 6 de junio firmaron un convenio que tiene el objetivo de utilizar las instalaciones del Centro de Desarrollo Comunitario “María Elvia Amaya” para realizar convivencias entre padres de familia e hijos que se encuentren inmersos en procesos jurídicos.

Un tema relevante al que pocos funcionarios le entran, ya que se sabe muy bien que hay menores que experimentan muchos problemas emocionales mientras hay procesos judiciales y asuntos de custodia, por lo que interés principal de la reunión entre RUIZ y FRAGOZO es proteger el interés superior de las niñas, niños y adolescentes de la entidad.

El magistrado agradeció a la alcaldesa por la disposición y el interés por el tema, y anunció que sigue en proceso la conformación de Centro de Convivencia Familiar (CECOFAM) en toda la entidad, a lo que la presidenta municipal informó que se espera tener listo el espacio, mientras que le Poder Judicial ya cuenta con el personal para supervisar esos procesos de convivencia.

“Es un primer paso para que las familias puedan convivir, más que buscar la separación, hay que darle las herramientas para ayudar a los padres e hijos a tener una relación armoniosa y que el niño esté contento, que sepa que sus papás pueden convivir a pesar de que no estén juntos. Esto ayudará a tomar las mejores decisiones”, dijo este viernes. Muy importante será que este proyecto entre en marcha.

KARLA RUIZ MACFARLAND…Atención al bienestar de las niñas, niños y adolescentes