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Con esta victoria, Sinner no solo obtiene su primer título en la catedral del tenis, sino que se convierte en el primer italiano —hombre o mujer— en levantar el trofeo de Wimbledon en toda la historia del torneo. El triunfo también representa su cuarto título de Grand Slam en su carrera, consolidando su estatus como una de las máximas figuras del tenis actual.

La final fue una revancha anticipada del duelo que ambos protagonizaron en Roland Garros este mismo año, donde Alcaraz salió vencedor. Esta vez, el control táctico y la consistencia de Sinner marcaron la diferencia, cortando además la racha de 20 partidos invictos de Alcaraz en Wimbledon, y dejando la rivalidad personal entre ambos empatada 1-1 en finales de Grand Slam este 2025.

El campeón recibió un premio económico de 3 millones de libras esterlinas (aproximadamente 4 millones de dólares), aunque analistas señalan que las cargas fiscales en el Reino Unido podrían reducir esa cifra neta considerablemente.

Este resultado tiene implicaciones clave en el circuito ATP, ya que Sinner se acerca peligrosamente a Alcaraz en la carrera por el número uno del ranking al final del año, avivando una rivalidad que promete dominar el tenis masculino por muchos años más.

“Wimbledon es un torneo que siempre soñé ganar desde niño. Hoy ese sueño se hizo realidad. Este momento es muy especial para mí y para todo mi país”, declaró Sinner visiblemente emocionado tras recibir el trofeo.

La victoria de Sinner no solo consagra su talento, sino que marca el inicio de una nueva era en el tenis mundial, con una rivalidad de élite que promete espectáculo y grandes batallas en el futuro cercano.