Editorial

No tengo pruebas, pero tampoco dudas

Por Redacción | martes, 17 de enero de 2023

EMX-No tengo pruebas, pero tampoco dudas

POR Diego Ilinich Matus Ortega


El domingo, el mismo día en que se realizó la reapertura de la Línea 12 del Metro, se volvieron a presentar de manera extraña dos incidentes, en la Línea 7 y en la Línea 8. En la primera se separaron dos vagones de tren, mientras que en la segunda alguien aventó un objeto metálico sobre las vías del metro afectando el servicio de este.

No tengo pruebas, pero tampoco dudas de que lo que se está viviendo en el Metro de la Ciudad de México es un sabotaje, el cual tiene como punto de mira afectar a la Jefa de Gobierno en su aspiración a la presidencia del país, pero también mermar la confianza de la gente hacia morena en la capital del país.


No es normal que en los días posteriores al choque del metro que dejó personas lesionadas y a una víctima fatal, se hayan presentado “accidentes” consecutivos que afectan el servicio y ponen en riesgo la vida de las y los usuarios. Una mujer aventando las aspas de una lavadora a los rieles, llantas del metro que amanecen pinchadas, y un cable que es cortado para impactar contra el parabrisas del metro, son algunos ejemplos de los eventos que han afectado su funcionamiento en los últimos días.

En este sentido es sumamente preocupante que en el accidente en la Línea 3 en donde chocaron dos vagones dejando una persona muerta, la Caja Negra de uno de ellos haya sido sustraída y desplazada sin la presencia de la Fiscalía, tal como lo marca el protocolo de seguridad. Un intento de ocultar las evidencias que podrían esclarecer las causas del accidente.

La ruta narrativa de la oposición se ha centrado en tres frentes. El primero, señalar que el problema es la mala aplicación de un modelo de austeridad, el cual ha dejado al sistema de transporte sin inversión ni mantenimiento. De la mano con ello, afirman que se ha reducido el presupuesto del metro, abriendo un frente de confusión en torno al presupuesto asignado. En tercer lugar, han señalado que estos accidentes son responsabilidad de la Jefa de Gobierno, dado que está distraída en su gira nacional de cara a la presidencia.

El primer argumento no se sostiene, ya que precisamente este gobierno ha realizado una inversión mayúscula en el sistema de transporte de la Ciudad de México, pero también del metro en particular. Por tema de dinero no se ha parado. Se crearon dos líneas de cablebus, una de ellas con el récord Guinness de la línea de teleférico más larga del mundo. Se creó un trolebús elevado, único en el mundo. Se está realizando una rehabilitación histórica a la Línea 1 del metro, con una inversión de 38 mil millones de pesos, que es dos veces el presupuesto anual del sistema del metro. Por mencionar algunos ejemplos de la inversión en movilidad.

Todo esto sin la tentación de aumentar las tarifas.

En cuanto al tema presupuestal, la afirmación de la reducción de presupuesto no se sostiene tampoco. El presupuesto del metro aprobado para el último año de Mancera en 2018 fue de 15 mil 500 millones de pesos, mientras que el presupuesto asignado en 2023 es de 19 mil 700 millones, incluso 4.6% más que el presupuesto del 2022. Si bien es cierto que en el 2020 y 2021 el presupuesto disminuyó, debe de considerarse que en esos años de pandemia el metro mantuvo un funcionamiento muy reducido por las medidas de salud implementadas en la ciudad.

En relación al tercer punto, que induce a pensar que los accidentes son causa de que la Jefa de Gobierno sale de gira los fines de semana, se asume que si hubiera estado en la Ciudad estos accidentes no se hubieran presentado. Aquí más bien vale la pena preguntarse ¿por qué solo en el metro se han presentado estos accidentes? Si el problema es la falta de mantenimiento, de presupuesto o incluso la distracción del gobierno ¿por qué estos accidentes, en gravedad y en frecuencia, no se presentan en los demás sistemas de transporte de la Ciudad?

El Gobierno ha dejado entrever, sin decirlo, que se trata de sabotaje al interior del metro. Esto mismo se concluye también de la presencia de una Guardia Nacional desarmada en el Sistema del Metro, la cual si bien como dijo Andrés Manuel López Obrador busca generar una percepción de seguridad en los usuarios, también manda el mensaje de que lo que pasa no es un tema técnico, sino algo premeditado.

Vale la pena preguntarnos ¿por qué solo cuando gobierna la izquierda se presentan sabotajes, desestabilización política a través de los medios de comunicación o incluso golpes de estado?

De cualquier manera, el Gobierno Claudia Sheinbaum debe de sobreponerse a esta situación, y deslindar rápidamente posibles responsabilidades. Si las causas de estos accidentes no tienen que ver con mantenimiento y presupuesto, es necesario que se le explique a la gente con pruebas cuál ha sido la razón de estos.