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Conoces las facultades intimidatorias del SAT, conocidas como vigilancia profunda
Por Redacción | jueves, 13 de julio de 2023
Por César Rubio
La vigilancia profunda es un “programa de revisión y autocorrección voluntaria” implementado por la autoridad fiscal, del cual ya muchos contribuyentes han experimentado, y es un programa que vino para quedarse, al resultarle bastante redituable para las arcas del fisco.
La pregunta es ¿en qué consiste el programa?
El programa inicia con la notificación por buzón tributario, de un oficio invitación dirigido al contribuyente o en su caso al representante legal, para que asista a una reunión en las oficinas de la autoridad, desde la época de pandemia, la autoridad opto por realizar reuniones vía zoom, lo que dejo muy en claro, que este programa no se detendría, ni ante una emergencia sanitaria como la que vivimos.
Este oficio invitación contiene la ubicación y fecha en la que tiene que acudir el contribuyente, a fin de que voluntariamente aclare el comportamiento de sus obligaciones fiscales; a dicha cita no podrá asistir con un asesor, únicamente el contribuyente o en su caso el representante legal.
La autoridad en esta reunión procede a informarle al contribuyente que detectó algunas omisiones o inconsistencias respecto al cumplimiento de las obligaciones tributarias en uno o varios ejercicios fiscales, por lo que la autoridad aprovecha este programa voluntario para revisar más de un ejercicio fiscal.
El día designado de la cita, el contribuyente es recibido en una sala de juntas en la que se proyectan las gráficas de su comportamiento fiscal por el periodo revisado; asimismo se le cuestiona respecto a la actividad que desarrolla y se le informa sobre las inconsistencias e irregularidades que detectó el SAT.
Se le otorga un plazo para aportar la documentación que demuestre el correcto cumplimiento de sus deberes fiscales o para que realice la corrección voluntaria, no sin antes advertirle que en caso de que el soporte documental no sea suficiente se programará una revisión directa.
En esta reunión voluntaria, la autoridad reúne también a un representante de la Administración Desconcentrada Jurídica, así como un representante de la Administración Desconcentrada de Auditoría Fiscal, para de esta manera intimidar al contribuyente, respecto a las consecuencias jurídicas, penales, y de fiscalización que puede ser sujeto si no se corrige, si no paga los adeudos pendientes.
Al recibir la notificación de un oficio invitación de entrevista de vigilancia profunda, el contribuyente tiene la alternativa de atender o no la invitación al no ser un acto vinculante que le genere la imposición de alguna sanción; no obstante, es recomendable que analice la situación fiscal a efectos de tomar la decisión más acertada.
La manera en cómo seleccionan al contribuyente, radica en la base de datos que tiene el SAT y que arroja señales que le permiten a la autoridad detectar posibles omisiones.
La vigilancia profunda no es un procedimiento contenido en ley, por tal motivo puede ser manipulado a conveniencia de cada administración desconcentrada, tal es el caso del lapso para aportar documentación, ya que en unas dependencias otorgan un mes y otros 15 días.
Otra de las fallas de esta forma de fiscalización de la autoridad, es que no contempla un cierre del procedimiento; sin embargo, genera antecedentes para iniciar una revisión directa a los particulares, situación que vulnera la esfera jurídica de los contribuyentes.
Aun con las fallas, el mayor éxito de este programa ha tenido desde sus inicios, es los contribuyentes, se sienten intimidados, amenazados, y deciden corregirse y pagar las cantidades exigidas por el SAT, sin antes analizar su situación en particular, con un asesor fiscal, logrando de esta manera, que la captación sea inmediata, y por lo tanto efectivo este programa.
La recomendación es, acudir a la cita del SAT, escuchar lo que tienen que decir la autoridad, y acudir de inmediato con tu asesor fiscal de confianza, para revisar las opciones, y elegir la mejor para ti y tu empresa, y no la mejor para la autoridad.