Editorial

Sí había jabón: Perspectiva Norma Bustamante

Por Redacción | lunes, 26 de febrero de 2024

EMX-Sí había jabón: Perspectiva Norma Bustamante


Fermina Daza estaba enamorada de Florentino Ariza y él de ella, pero claramente que no de la misma manera ni con la misma intensidad porque en un pleito sin importancia ella lo dejó y se casó con el médico Juvenal Urbino. Se sospecha que porque Florentino era un empleado de pocos ingresos y el médico un atractivo y rico profesionista.

El matrimonio duró 51 años y poquitos meses. Al término de este tiempo el doctor Juvenal murió y Florentino se dedicó a reconquistar a Fermina, lo que logró no tan fácilmente porque los hijos de ella y las convenciones sociales de la época no lo facilitaban mucho. Finalmente Florentino usando todas las armas de seducción aprendidas en esos 51años de soltería, logró reconquistar a Fermina, convencer a sus hijos y llevarla al matrimonio.

La luna de miel esperada por Florentino y no sabemos qué tanto por Fermina, consistió en un paseo por el Río Magdalena, lo realizaron en un barco propiedad de él que yapara entonces era un importante empresario naviero.

Esta luna de miel de la pareja de edad bastante avanzada se prolongó gracias a una atrevida estrategia de Florentino. Le solicitó al capitán del barco, (su empleado), que pusiera la bandera de emergencia sanitaria por una supuesta epidemia de cólera por lo que los pasajeros no podrían bajar del barco, esto lo hizo con la intención de gozar durante cuarenta días, la pasión tardía con la mujer de su vida o lo que quedaba de ella.

La historia se desarrolla en los años treinta del siglo pasado en un pueblo de Colombia que pudiera ser Barranquilla y es el argumento central de la novela “El amor en los tiempos del Cólera”, del premio Nobel de literatura Gabriel García Márquez.

 Esta novela me ha conmovido siempre, la he releído varias veces y tanto me gusta que durante mucho tiempo utilicé el nombre fermina daza como pseudónimo para escribir. Me apasionaba la historia, quizás uno de los motivos era por el amor incondicional de un hombre hacia una mujer que logró superar el tiempo y esperar 51 años y algunos meses al amor de su vida.

Pero hay otros puntos también intrigantes como la obsesión de Fermina por ser la esposa perfecta en asuntos domésticos, de otros asuntos matrimoniales como los de la intimidad no sabemos cómo transcurrían porque García Márquez no lo revela y lo ha dejado a nuestra imaginación.

 El matrimonio descrito tuvo sólo una falla que cimbró la estructura perfecta de la relación. Un día Fermina olvidó poner jabón en el baño de la alcoba matrimonial y al cabo de una semana el doctor Urbina se atrevió a decírselo, un reclamo que hizo con prudencia y dulzura. Esto fue insoportable para ella y sin pensarlo mucho despidió a su marido de la alcoba y le retiró la palabra y el saludo. Al cabo de cuatro meses el doctor Urbina entendió que no habría manera de arreglar las cosas y cedió al castigo. Se acercó con ternura a su adorada esposa y le dijo con voz suave. Fermina, déjame dormir aquí, sí había jabón.

Recapitulo la historia. En un acto de amor o de temor por la reacción de Fermina, el médico se estuvo bañando sólo con agua, porque no había ni siquiera un residuo agonizante de la barra de jabón, nada, pero no se atrevía a reclamar por no mortificar a su prolija esposa o por temor a las consecuencias que efectivamente se dieron y fueron bastante exageradas, así lo cuenta García Márquez.

Cuando decidió bajar la guardia con la frase “Sí había jabón”, el doctor Juvenal se estaba declarando derrotado, pero en esa derrota finalmente recuperó la paz de su matrimonio. Esto en términos de relaciones de pareja me parece excelente y analizando esto con un enfoque filosófico me parece que es bueno reflexionar sobre ello.

Aferrarnos a nuestras fobias, limitaciones y omisiones en orgullos malentendidos no conduce a nada: El caso de Fermina. Y ceder un poco incluso aceptando la pequeña injusticia, logra que los asuntos se resuelvan de alguna manera: El caso del doctor Juvenal.

“Sí había jabón” es una frase mágica que aplicada a los tiempos sociales tan conflictivos, llenos de encono y de situaciones mal interpretadas, pudieran ayudar a desenredar situaciones que parecieran no tener solución y que quizás podrían ser menos complicadas si aprendiéramos a bajarle un poquito a nuestra soberbia. Cuesta trabajo hacerlo, losé, pero decir un “Sí había jabón”, en un momento determinado, puede ser una llave mágica para terminar conflictos.


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