Editorial

Los detractores de la primera mujer que el voto de los mexicanos convirtió en presidenta de México, no ven nada relevante en su gestión. Atacarla por todo es lo único que saben hacer. Solo ven defectos en sus políticas públicas y en su quehacer gubernamental. Un día sí y el otro también, los políticos de los partidos que en el pasado se caracterizaron por su corrupción, opacidad y autoritarismo, critican el quehacer gubernamental del gabinete de Sheinbaum. Hacen lo propio los periodistas que respiran y transpiran odio contra ella, identificados en su gran mayoría con las ideas neoliberales de dichos periodistas.

Sheinbaum llegó al poder por la vía democrática, eso nadie lo puede cuestionar. No tuvo necesidad de que su partido recurriera a fraudes electorales como los que se cometieron en el pasado de hegemonía priísta, en el que elección tras elección se manipulaban las reglas electorales para favorecer al PRI, el partido que por más de 70 años estuvo en el poder, y que ahora vive su peor crisis en mucho tiempo.

Por ello me parecen desproporcionados los comentarios antagónicos del ex presidente de México, Ernesto Zedillo Ponce de León, quien dijo hace unos días que “México ha perdido la capacidad de ser un país democrático”.

Zedillo falta a la verdad. Eso lo sabe la inmensa mayoría de los mexicanos. Y lo peor de todo es que el anterior señalamiento viene de un político que pertenece a uno de los partidos que más daño le han hecho a la democracia de México.

En su sexenio tuvo la “brillante” idea de darle curso a la iniciativa del PAN y del PRI para cubrir a la banca en caso de que hubiera una crisis que la pusiera en riesgo. Me refiero evidentemente al Fobaproa, que generó en perjuicio del pueblo de México una de las deudas bancarias más grandes del país, beneficiando únicamente a los banqueros, quienes se quedaron con los recursos públicos que los mexicanos tienen que seguir pagando hasta la fecha.

Las críticas de Zedillo no le hacen ni cosquillas a la presidenta de México. Y mientras que él desaprueba su gestión, la mayoría de los mexicanos aprueba lo que ha hecho hasta ahora Claudia Sheinbaum. De acuerdo con la encuesta de Buendía & Márquez para el diario El Universal, la presidenta tiene una aprobación de 77% en sus primeros 100 días.

Siempre he sido de la idea de que la oposición, más allá de sus intereses e ideologías, debe de sumar esfuerzos y voluntades con el gobierno, pues, como se ha dicho siempre, si le va bien a los que gobiernan México, le irá bien al país. Unidos podemos lograr lo que nos proponemos.

X:@armayacastro