Editorial

Perspectiva: Los premios en la literatura

Por Redacción | lunes, 20 de octubre de 2025

EMX-Perspectiva: Los premios en la literatura

Por Norma Bustamante


Recién ha sido otorgado el premio Nobel de literatura. El ganador es Laszlo Krasznahorkai, autor húngaro, es un narrador que sustenta su obra en la descripción de este país que pasa del comunismo a la incipiente democracia. No he leído a Laszlo aún pero su premiación me deja un cierto sabor amargo, porque seguramente tendrá todos los méritos para hacer obtenido el máximo galardón literario, sin embargo, al hablar del nobel de literatura otorgado a un húngaro, imposible no pensar en Sandor Marai.

Marai fue un escritor húngaro, nacido en 1900 en Kazza, una pequeña ciudad húngara que ahora pertenece a Eslovaquia, no fue lo suficientemente conocido fuera de Europa porque su obra tardó mucho tiempo en ser traducida a otros idiomas, yo leí a Marai mucho después de que hubiera muerto en 1989.

Fue un escritor extraordinario y desde su juventud hasta los cuarenta años era el gran novelista de la Europa central, sus novelas se agotaban inmediatamente, lo comparaban con los grandes clásicos de la literatura contemporánea y su fama en ese tiempo era enorme, parecía que sería tan reconocido como Thomás Mann o Stefan Zweig.

Pero no fue así, después de la gloria y el éxito, Sandor Marai quedó sepultado en el olvido, la explicación es simple, la situación política de Hungría cambió radicalmente durante la segunda guerra mundial y al término de la guerra el recién instaurado régimen comunista de Hungría lo hundió y acabó con una trayectoria que parecía imposible de ser destruída, pero así fue.

Marai sale de su país en 1948, huyendo de los soviéticos y allí empezó este exilio junto con su esposa Lola. Primero en Suiza, luego en Nàpoles y después a Estados Unidos, Tuvieron un breve regreso a Italia y luego volvieron a América. Marai No encuentra ya su lugar en el mundo, se siente un extraño pero elige quedarse porque tampoco Europa significaba nada para él, todo se había perdido y no encontraba en el viejo continente ningún vínculo.

Durante varias décadas el escritor fue olvidado, sin embargo ocurrió algo parecido a un milagro literario y esto sucedió en 1990 cuando un editor de una prestigiada editorial alemana se encontró consultando catálogos extranjeros y encontró, la reseña de una de las obras de Marai, “Los rebeldes”. Lo movió la curiosidad, consiguió un ejemplar del libro y ese fue el inicio del extraordinario redescubrimiento del escritor húngaro.

A partir de allí, editoriales europeas de enorme prestigio iniciaron la traducción universal de este genio de la literatura. El último encuentro, La mujer justa, Los rebeldes, Los celosos, Confesiones de un burgués. Divorcio en Buda, diarios, La herencia de Eszter, Tierra, Tierra, La amante de Bolzano, La gaviota, La extraña, La hermana, son algunos de los títulos imprescindibles para conocer a Marai.

Podría volver a releer y releer las novelas de Sandor Marai, pocos escritores como él. El formidable despliegue de recursos, el monólogo interior, la narrativa, las espléndidas técnicas literarias hacen que este escritor sea uno de los más grandes genios de la literatura universal.

Cómo es que un escritor de esta naturaleza así pudo haber sido desaparecido, puede parecer insólito pero así sucedió, La Hungría de Marai fue ocupada y repartida, esa es la explicación más lógica de porqué se convirtió en un nómada y en un apátrida, el narrador natural de esa Europa destruída . Se suicidó en San Diego Caliornia en 1989.

Hoy he recordado a Marai porque un húngaro como él, Laszlo Krasznahorkai, ha obtenido este año el Nobel de literatura. Sandor Marai no lo tuvo nunca, pero sí, el reconocimiento mundial de que su obra ha quedado escrita para siempre en los anales de los grandes de la literatura universal.

viveleyendo.normabustamante@gmail.com


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