Noticias de Tijuana. El Gran Diario Regional en línea, presentando noticias en tiempo real con información de Tijuana, Mexicali, Ensenada, Rosarito, Tecate, Baja California, México y el mundo
En Tendencia: Jaime Bonilla, AMLO, Marina Del Pilar, Policiaca Tijuana, Garita Tijuana, UABC, Pandemia, COVID, Xolos, Toros
Son ya 32 millones de personas en México las que se benefician de algún programa social del gobierno federal. Así lo informó la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo durante la conferencia matutina de este 1 de diciembre, donde destacó:
“32 millones de familias beneficiadas de manera directa, con una inversión social este año de 850 mil millones de pesos. En 2019, primer año de los Programas para el Bienestar, la inversión fue de 291 mil 525 millones; para 2025 será de 850 mil millones y en 2026 alcanzará un billón de pesos en apoyos directos”, señaló la mandataria.
El objetivo de estos apoyos “es garantizar una vida digna para todos, disminuir la pobreza y cerrar brechas de desigualdad, consolidando los derechos sociales como un eje central del Estado mexicano”.
Sin embargo, las políticas sociales del actual gobierno de la Cuarta Transformación han recibido bastantes críticas por parte de sectores opositores y analistas que señalan que dichos programas han contribuido al incremento de la deuda pública. Sobre este punto, Sheinbaum declaró:
“Al cierre de 2024, el presidente López Obrador tomó la decisión de concluir todas las obras que tenía en curso. Eso generó un déficit ese año, déficit que implicó un poco más de deuda”.
Lo cierto es que, a diferencia de administraciones federales del PRI y del PAN, donde el endeudamiento fue recurrente y en muchos casos no se tradujo en beneficios palpables para la población, el actual gobierno federal ha presentado el gasto social como una inversión directa en el bienestar de la ciudadanía, y no únicamente como una cifra contable.
En un país como México, donde los temas suelen politizarse, es inevitable que el debate permanezca abierto. Seguirán defendiendo estos programas quienes consideran que representan una política histórica de justicia social, mientras que los detractores continuarán viéndolos como una carga fiscal excesiva. En cualquier caso, su alcance y su impacto social son innegables y seguirán dando mucho de qué hablar en los próximos años.