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Por María Mercedes García | martes, 8 de junio de 2021
El payaso más popular de la región es considerado forjador de las historia artística y cultural de Mexicali
MEXICALI.- Este martes 8 de junio se cumplieron cinco años del fallecimiento de quien fuera todo un ícono en la historia artística y cultural de Mexicali, el famoso e inolvidable payaso "Rorrito".
Su nombre verdadero fue René Jaime Anaya Martínez, nacido el 17 de julio de 1939 en el Distrito Federal y el mayor de los cinco hijos que tuvieron José Alcalde Gumiz y Eulalia Amaya Martínez.
El deceso de "Rorrito" ocurrió el 8 de junio del 2016 a la edad de los 76 años, luego de librar férrea lucha contra el cáncer de páncreas y dejando sonrisas permanentes en los labios de muchísima gente, niños de hace más de cinco décadas, que celebraron sus ocurrencias en diferentes escenarios, así como en los foros de dos televisoras locales, en donde trabajó por años en cada una de éstas.
Muchos de sus seguidores recuerdan con gran regocijo sus inmortales frases "Yes very well, chicharrones con papas y betabel", "Yes all rigth my friend" y la más popular "cara de carne".
En un relato que hizo para el Archivo Histórico Municipal, años antes de su fallecimiento, dijo que su carrera la empezó "cuando lo invitaron para ver si quería actuar o bailar, y así recaudar fondos con la finalidad de terminar de construir una iglesia de San Antonio Zomeyucan, cerca de Naucalpan."
Declaró al entrevistador de aquel entonces: "Esta oferta me llamó mucho la atención y acepté, fuimos a bailar, bailar excéntrico, hacíamos conforme a la música algunos movimientos, no obscenos, pero tratábamos de que fueran chistosos, y ahí empezó todo", dijo.
Luego contó que, "un amigo y él siguieron buscando oportunidades en el circo y llegaron a uno donde les dieron la oportunidad y los enseñaron a maquillarse y actuar en algunas escenas, luego en la función del circo bailando y más adelante haciendo chistes de payaso."
Para Rorrito, la vida del circo fue una casa y al mismo tiempo una escuela que recorría pueblos y ciudades, compuesta por una gran familia de gente con una disciplina severa, en donde existía una hermandad de gente feliz, donde todos se cuidaban y se apoyaba. Era un lugar donde todos hacían de todo y vivían como el resto de la gente, haciendo compras, deporte y todo lo que la gente hace en casa.
Mucha gente a través de las redes sociales recordó a este inolvidable personaje que con sus chistes sanos e inofensivos se ganó el cariño, el respeto y la admiración de miles de mexicalenses y de toda la región, pero más, se ganó sus sonrisas y carcajadas.