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¿Final o nuevo comienzo? El cierre de El Juego del Calamar divide opiniones

Por Redacción | jueves, 3 de julio de 2025

EMX-¿Final o nuevo comienzo? El cierre de El Juego del Calamar divide opiniones

El final de El Juego del Calamar ha generado opiniones divididas entre el público. Aunque muchos celebran su carga emocional, otros lo consideran un cierre forzado. La aparición de nuevos personajes sugiere que el universo del juego aún no ha terminado.


Redacción – 3 de julio de 2025. Después de tres temporadas de tensión, violencia simbólica y crítica social, El Juego del Calamar llegó a su final... o al menos eso parece. El desenlace de la serie surcoreana más vista de Netflix ha generado una ola de opiniones divididas entre críticos, espectadores y hasta el propio elenco, en lo que muchos consideran el fin de una era para el entretenimiento global, y al mismo tiempo, la apertura de una nueva fase en su universo narrativo.


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El final de la tercera temporada se presenta como un acto de clausura emocional: Gi-hun sacrifica su vida para salvar a un bebé sobreviviente, dejando una frase inconclusa que parece querer abrir una puerta más que cerrarla: “No somos caballos, somos humanos, y los humanos somos…”. Para algunos, una conclusión poética. Para otros, un desenlace forzado que no logra replicar la fuerza de su primera entrega.

El impacto de este final no solo reside en lo que se muestra, sino en lo que se sugiere: la aparición de una reclutadora internacional, interpretada por Cate Blanchett, en un aeropuerto de Los Ángeles, revela que el juego podría estar expandiéndose a nivel mundial. Esto ha encendido las teorías sobre un posible spin-off estadounidense o una nueva temporada bajo otro nombre, pero con el mismo mensaje: el sistema no se detiene.

Las reacciones del público han sido polarizadas. Mientras algunos celebran el cierre por su carga emocional y profundidad simbólica, otros lo consideran un epílogo innecesario. Comparaciones con el final de Game of Thrones no tardaron en aparecer: "brillante pero desconectado", "denso pero sin sorpresa", "demasiado reflexivo y poco explosivo", son frases que resumen el sentir de muchos fans.

En medio de esta división, el legado de El Juego del Calamar parece más claro que nunca: trascendió la pantalla y se convirtió en un fenómeno cultural que no solo entretuvo, sino que reflejó —sin filtros— la desigualdad, la desesperación y la ambición humana. Su final, polémico o no, cierra un ciclo pero también siembra nuevas preguntas.

¿De verdad terminó el juego?
A juzgar por ese último plano, la respuesta parece ser: todavía no.


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