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“Tenía los labios secos, la boca negra y los ojos sumidos”: Compañero del niño Erick narra su muerte
Por Redacción | miércoles, 30 de abril de 2025
Un estudiante de la Academia Militarizada Ollin Cuauhtémoc narró su experiencia y el deterioro en la salud de Erick "N" hasta su muerte, durante el campamento al que asistieron en Cuautla.
CIUDAD DE MÉXICO (apro) .- Erick “N”, de 13 años, murió el 25 de abril durante un campamento en Morelos, organizado por la Academia Militarizada Ollin Cuauhtémoc, con sede en la Ciudad de México; uno de sus compañeros relató que los alumnos fueron sometidos a torturas físicas, privación de alimentos y negligencia médica.
En entrevista con Azucena Uresti, un estudiante identificado como Jorge “N”, de 12 años, narró su experiencia dentro del campamento, realizado del 23 al 25 de abril en el municipio de Cuautla, Morelos, y detalló cómo fue el deterioro de Erick “N” hasta su deceso.
El menor mencionó que al llegar los dividieron en equipos y les retiraron la comida que llevaban:
“Nos dijeron que, si nos quedábamos con algo, con lo más mínimo, un chicle, se las íbamos a pagar y que no la íbamos a acabar”.
Relató que, como castigo por hablar, los instructores les exigían ejercicios físicos forzados y los amenazaban con “arrestos” disciplinarios.
En el segundo día, los alumnos fueron obligados a realizar actividades desde la mañana, sin suéter, para “ganarse el desayuno”. De acuerdo con el testimonio, solo les ofrecieron “una lata de atún y un litro de agua para cuatro personas”; además, si alguien hacía ruido, se le retiraba la comida como castigo.
Posteriormente, los forzaron a “jugar” con dinámicas violentas como luchas y ejercicios “pecho tierra”.
Jorge “N” detalló que, durante las actividades, Erick “N” comenzó a deteriorarse:
“Estaba hablando con un compañero y le dije ‘míralo, (Erick) ya se ve bien mal’, porque ya tenía todos los labios secos, como que la boca negra, los dientes y los ojos como sumidos, acá todos negros”.
El alumno afirmó que Erick le pidió permiso a un cadete para acudir con la paramédico. Jorge escuchó que su compañero “necesitaba agua”, pero no le ofrecieron líquidos:
“(La paramédica) se lo llevó hacia los baños, lo sentó, agarró poquita agua y le empezó a dar toquecitos en la cara; luego lo regresó a la actividad; no le dio nada de agua”, declaró.
El último día, los estudiantes volvieron a realizar ejercicios como arrastres con la espalda sobre rocas, lagartijas y trotes intensos. Cuando iban caminando al autobús para su regreso a la Ciudad de México, Jorge escuchó a Erick decir que “ya no podía”.
Relató que les dieron cinco segundos para correr al transporte, pero Erick ya no tenía fuerzas: “Se le cayeron sus cosas, lo regañaron, lo ayudaron a cargarlas (...) pero se cayó, se desplomó”.
Afirmó que los cadetes arrastraron a Erick y lo alejaron del grupo. “Dijeron que no volteara, que si volteaba me iban a arrestar. Lo arrastraron, lo llevaron al autobús, solo vi que ya estaba todo tirado y estaba respirando bien feo; de ahí ya no vi más”.
Madre exige justicia
Erika Torbellín, madre del menor fallecido, explicó que ella entregó a su hijo “en perfectas condiciones”.
Dijo que la necropsia arrojó que la causa de muerte fue estallamiento de vísceras y lesiones múltiples, aunque será hasta dentro de dos semanas cuando se revelen los resultados de los estudios de patología para confirmar el hecho.
Añadió que el personal de la Academia aseguró que su hijo murió por asma y por un golpe de calor.
Durante sus declaraciones afuera de la funeraria del ISSSTE, Erika relató que ella misma vistió a su hijo para el funeral, por lo que pudo ver el cuerpo con moretones, raspaduras, la ropa rota, tierra incrustada, huellas de pisadas en el pecho y sangre seca.
Por su parte, la Academia lamentó la muerte del estudiante, afirmó haber apoyado a la familia y negó que en su método de enseñanza incluyeran golpes o tortura contra los estudiantes:
“Se menciona que nosotros golpeamos, maltratamos a los niños. Es totalmente falso”, dijo el director de la institución en un video de 18 minutos que difundió a través de redes sociales.
Sin embargo, el lunes 28 de abril, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Morelos, en coordinación con elementos de la Guardia Nacional, la Marina y la Policía Estatal, catearon el predio donde se llevó a cabo el campamento para el levantamiento de pruebas.
La Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México (AEFCM) visitó la sede de la Academia Militarizada Ollin Cuauhtémoc en la capital, “para verificar su documentación y revisar las condiciones materiales en que ofrece sus servicios”. Tras la revisión, se confirmó que no contaba con los lineamientos obligatorios para realizar excursiones fuera de las instalaciones.
En un comunicado, la Secretaría de Educación Pública (SEP) subrayó que la Academia “no realizó ningún trámite ante la autoridad educativa para solicitar los permisos correspondientes para llevar a cabo el campamento; en consecuencia, la AEFCM no otorgó autorización alguna para su realización”.
El mismo lunes, el Instituto de Verificación Administrativa (INVEA) colocó sellos de suspensión en el plantel de la colonia Santa María la Ribera, en la alcaldía Cuauhtémoc.
La SEP, la AEFCM y la FGE de Morelos, continúan con las investigaciones para esclarecer los hechos, luego de recibir más denuncias interpuestas por otros alumnos y padres de familia que demandan presuntos actos de violencia por parte del personal de la Academia.