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Las redes sociales —y no los medios— ahora son la principal fuente de noticias en EU

Por Redacción | martes, 17 de junio de 2025

EMX-Las redes sociales —y no los medios— ahora son la principal fuente de noticias en EU

Por primera vez, los estadunidenses recurren más a Facebook, YouTube o TikTok que a la televisión o los diarios para informarse, revela un nuevo informe del Instituto Reuters


En la pantalla de un teléfono, entre vídeos de mascotas y foodies recomendando restaurantes, un clip de veinte segundos resume en subtítulos una votación crucial en el Congreso de Estados Unidos.

Esta escena está mostrando un cambio de era: por primera vez desde que el Instituto Reuters comenzó a medir los hábitos mediáticos, las redes sociales se han convertido en la principal vía de acceso a la información para los estadounidenses —y para muchos países del mundo—, por delante de la televisión, la prensa escrita o los sitios web.

Según la edición 2025 del Digital News Report, el 48 % de los adultos de Estados Unidos menciona ahora alguna plataforma social como su fuente principal de noticias diarias, mientras que la televisión retrocede al 45% y los sitios web de medios, al 34%.

El vuelco no es repentino. Pew Research ya mostraba que “cerca de la mitad de los adultos estadunidenses obtiene las noticias en una red social, al menos con cierta frecuencia”, pero el nuevo informe confirma el sorpasso definitivo.

El desplazamiento se acelera entre los menores de 35 años, donde un abrumador 71 % dice enterarse primero en TikTok, Instagram o YouTube. Entre los mayores de 55, la televisión aún resiste, pero incluso ahí Facebook araña terreno.

“Los medios locales solían tener un monopolio de hecho sobre el suministro de ciertos tipos de información, pero ahora la gente cuenta con una gama de fuentes para elegir: entre ellas, las plataformas digitales”, recuerda el Instituto Reuters en sus capítulos sobre noticias locales.

La trayectoria no es lineal. En 2020, el streaming de televisión en directo durante la pandemia reanimó a las cadenas; cuatro años después, los algoritmos recuperan la delantera. La guerra en Oriente Medio, las primarias presidenciales o la final de la NBA se consumen ya en forma de clips verticales de mínimo 60 segundos empaquetados para el feed.

¿Qué plataformas dominan el nuevo mapa informativo?
El ranking de 2025 sitúa a Facebook (28 %) como la puerta de entrada más citada, seguida de YouTube (19 %), Instagram (12 %), TikTok (9 %) y X/Twitter (7 %). TikTok crece con tanta fuerza que duplica su cuota en la franja 18-24.

El podcast y el streaming —tan de moda en las redacciones— sigue siendo marginal: “Muy poca gente (apenas el 2% en el promedio de los 20 mercados que se monitorearon) tiene al pódcast como principal fuente de noticias”, admite el informe sobre audio.

Las diferencias generacionales son tan marcadas como las geográficas. En Finlandia o Suecia, todavía el 69 % consulta primero la portada de un diario local; en Estados Unidos, esa lógica se invierte.

“Esto pone de manifiesto cómo las plataformas se han convertido en la mejor fuente para determinados tipos de información local en ciertas partes del mundo”, concluyen los autores del reporte.

El fenómeno se explica por dos motores. El primero, económico: desde 2005 han cerrado más de 3 mil periódicos locales en Estados Unidos lo que deja vastas “news deserts” —zonas sin cobertura profesional— y empuja a los vecinos al buscador de Google o al grupo de Facebook del barrio. El segundo, tecnológico: la personalización algorítmica hace que el usuario reciba la información que parece interesarle sin siquiera buscarla.

Sin embargo, la comodidad no está exenta de reservas. El mismo estudio detecta “un nivel de comodidad bajo en comparación con otros ámbitos” cuando la IA y las plataformas filtran la actualidad; sólo un 27% de los encuestados quiere que un algoritmo le edite la portada del día.

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¿Cómo reacciona la prensa ante el viraje hacia los algoritmos?
Ante la imparable migración de audiencias, las redacciones ensayan tres estrategias: Publicar donde está el público. The Washington Post envía a TikTok a un equipo de reporteros-creadores y The New York Times produce versiones resumidas de sus artículos para Shorts y Reels.

Multiplicar los formatos. El informe subraya el auge del videopodcast: “la popularidad del podcast en plataformas como YouTube marca un cambio en la definición: ya no se trata solamente de una experiencia de audio”. Pero los editores dudan: la mayoría de los oyentes valora la posibilidad de escuchar mientras conduce o cocina y no necesita ver al presentador.

Personalización responsable. La BBC, Clarín o Aftonbladet experimentan con IA generativa para ofrecer artículos resumidos, leer textos en voz sintética o responder preguntas de los lectores en un chat.

Sin embargo, el público sigue preocupado por la privacidad y por quedarse atrapado en burbujas ideológicas, como advierte el capítulo sobre IA: “Algunos consideran que la selección personalizada genera información más sesgada (o incluso peor: manipulada), lo que asocian con las cámaras de eco y la polarización”.

Las grandes plataformas, entretanto, afinan sus propias ofertas de noticias. Meta lanzó Threads como heredero “seguro” de Twitter; Google prueba AI Overviews que responden con texto generado; TikTok despliega un buscador que indexa tendencias. Si las audiencias ya vivían en jardines amurallados, la IA amenaza con levantar nuevos muros: no solo distribuye la información, también la produce y la empaqueta.

“Una cosa está clara, sin embargo: los cambios en las preferencias que observamos a nivel local forman parte de los cambios más amplios que hemos visto en las noticias en general”, resume el Instituto Reuters. La conclusión se verifica en la macroestadística: en 45 mercados, el consumo de noticias tradicionales cae tres puntos; el de redes, sube cuatro.

Ecos y riesgos
La mudanza al universo social tiene implicaciones que exceden los gráficos de audiencia. Los vídeos virales que mezclan sátira y desinformación dificultan distinguir hechos de memes. Las reglas de moderación cambian con cada actualización y los algoritmos premian la emoción sobre la comprobación.

Mientras tanto, la prensa local —la que vigila los ayuntamientos y verifica las cuentas públicas— languidece. El informe dedica un capítulo a este impacto: “En el promedio de los 45 mercados, sólo un tercio (32 %) busca información sobre política o el gobierno local”. La cifra cae al 24% en Estados Unidos.

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El vacío lo llenan newsletter hiperlocales o proyectos sin ánimo de lucro, pero ninguno iguala la cobertura que ofrecían los viejos diarios regionales. Como escribe el sociólogo Philip Napoli, “un barrio sin periodistas es un barrio menos democrático”.

Dentro de los muros de las redacciones, la conversación gira ahora en torno a la sostenibilidad. Con la publicidad clásica en retirada, algunos medios buscan suscriptores; otros, patrocinios o membresías. Pero el informe advierte: la disposición a pagar por noticias en línea se estanca en el 17 % de los estadunidenses. El 73 % que no paga dice que basta con lo gratuito que encuentra en redes.

¿Un próximo capítulo?
La pregunta que planea es si la curva puede invertirse o si ya es irreversible. La historia de los medios sugiere que ningún formato reina para siempre. La radio sobrevivió al televisor, la prensa al transistor y la televisión al cable. Pero esta vez el adversario no es otro aparato, sino la arquitectura misma de nuestra atención.

Quedan señales de resistencia. La newsletter local Kansas City Defender reclutó a 50 mil suscriptores en TikTok antes de lanzar su propio sitio. En Texas, el Dallas Morning News duplicó a su equipo de verificación de rumores virales. Y proyectos como Mill Media en el Reino Unido redescubren el mantra: publicar menos, pero publicar mejor.

“Publicar menos, pero publicar mejor” —una consigna que el Reuters Institute recogió ya en 2020— vuelve a resonar como posible antídoto ante el ruido. Al final, incluso en la jungla de los feeds infinitos, la credibilidad sigue siendo una moneda escasa. Quien logre convertirla en valor tangible —sea en forma de tiempo, de suscripción o de confianza— ganará la próxima batalla.

-CON INFORMACIÓN DE EXCELSIOR