Tijuana

La Santa Convocación 2025, celebrada del 10 al 12 de octubre en la ciudad de Tijuana, dio inicio con la solemne ceremonia de bienvenida, desarrollada en un ambiente de fraternidad en el estadio “Toros Mobil Park”. En este magno evento, entre abrazos y expresiones de júbilo, las delegaciones procedentes de Baja California, Baja California Sur, Sonora y Chihuahua desfilaron por el pasillo central portando banderas y banderines representativos de sus municipios y estados de origen.

Un día después, las almas que, movidas por su fe, tomaron la decisión libre y voluntaria de recibir el bautismo conforme a la doctrina cristiana, descendieron a las aguas dando su primer paso de obediencia. Los actos fueron oficiados por diáconos facultados, quienes invocaron el nombre del Señor Jesucristo para el perdón de los pecados, quedando integrados desde ese momento los nuevos creyentes a la familia de la fe.

El momento más significativo de la festividad tuvo lugar la tarde del 12 de octubre, cuando miles de fieles se congregaron en el recinto para participar de la Santa Cena, instituida por Jesucristo en memoria de su sacrificio redentor. En este marco de fiesta espiritual, la explanada y las graderías del estadio se colmaron por completo, reflejando el crecimiento sostenido de esta comunidad de fe.

De principio a fin, los fieles y los coros elevaron cantos de manera alternada, recordando en cada uno de ellos la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, avivando el fervor de quienes aguardaban con libertad espiritual el momento de participar de la Santa Cena.

Acto seguido, el representante apostólico bendijo el pan y el vino, enviando enseguida a los ministros autorizados para impartir a la feligresía los elementos que, desde ese momento, representaron el cuerpo y la sangre de Cristo. Todo se hizo conforme al mandamiento, en memoria de Cristo.

Al finalizar el servicio de la Santa Cena, los fieles expresaron su gratitud a las autoridades por las facilidades otorgadas para la realización de este evento, implorando a Dios que les conceda sabiduría para conducir con acierto el bienestar de sus gobernados.

Asimismo, manifestaron su agradecimiento por el respeto y la apertura de la sociedad tijuanense hacia quienes, con apego a la ley, participaron en este acto solemne, deseando que las bendiciones de Dios acompañen siempre a todos los habitantes de la ciudad.