Editorial

PERSPECTIVA: HONRAR LA MASCULINIDAD

Por Redacción | lunes, 28 de julio de 2025

EMX-PERSPECTIVA: HONRAR LA MASCULINIDAD


Cuando pareciera que en asuntos de equidad y perspectiva de género, los avances han significado una transformación radical para las mujeres de este país, las sorpresivas y contundentes declaraciones del reconocido jugador de futbol Javier Hernández han levantado múltiples voces de indignación. El retroceso que manifiesta su mensaje fue verdaderamente sorpresivo.

Sin embargo, muchos hombres y quizás también mujeres han festinado el tema porque aún subyace en nuestro país un resabio ancestral de una cultura de desigualdad aceptada de manera natural por generaciones del pasado pero absolutamente inadmisible ahora.

En México, el histórico avance de las mujeres en su lucha por el reconocimiento de la equidad ha dado como resultado un cambio en las políticas públicas que privilegian la perspectiva de género, garantizando los derechos de las mujeres e insertándolos en la Constitución. La regresión no es posible y se antoja absurdo escuchar argumentos de un pasado no muy lejano que argumenta que el papel de la mujer está sólo en el hogar y que necesita la protección del hombre. En contraposición los hombres aparecen como equilibrados, fuertes, poderosos, capaces y por ende, autoritarios.

Desde el siglo pasado empezó a operarse el cambio cuando las mujeres irrumpieron en espacios tradicionalmente ocupados por varones, espacios laborales, científicos, culturales y políticos, sin embargo hay una “subcultura” que niega y se opone a estos avances y sigue ubicando a las mujeres dentro de un arcaico sistema de valores evidentemente superado.

La construcción de las nuevas masculinidades es una meta urgente para modificar los estereotipos que por lo visto, aun prevalecen y se difunden. Si bien en los nuevos modelos educativos no hay ninguna sombra en la que la mujer aparezca con algún grado de inferioridad con respecto al hombre, las declaraciones del futbolista despiertan inquietud por la influencia que tiene en una parte de la sociedad mayormente masculina que aún está muy lejos de entender la nueva realidad de las relaciones de género en nuestro país.

Cambiar las leyes puede resultar mucho más fácil que cambiar la mentalidad de una gran parte de la población. La Carta Magna garantiza derechos pero que no son cumplidos a cabalidad. Un ejemplo es la prevalencia de la violencia doméstica, está allí, la que se denuncia y la que se oculta. No menos frecuente y aunque no se reconozca tanto es el hecho de que muchas mujeres todavía enfrentan discriminación para obtener un puesto laboral.

Detrás de cada acto de violencia se encuentran múltiples relaciones sociales y viejas jerarquías en relación de género y es precisamente en el hogar donde se reproducen estas relaciones de dominación. El hecho de que se admita que en cada familia debe haber un jefe genera una relación desigual entre esposo y esposa y entre padres e hijos. La relación asimétrica de poder en el que alguien manda y los demás obedecen.

Y aunque en el mundo y especialmente en México se han alcanzado avances muy significativos en cuanto a los derechos de las mujeres, el reto es aún muy grande. Es necesario construir un andamiaje, social, cultural y jurídico que posibilite mejores condiciones que garanticen los derechos establecidos.
La cultura de respeto hacia las mujeres reclama un cambio cultural profundo, es una enorme transformación que se ha venido gestando desde hace varias generaciones. La cultura dominante de lo masculino no cabe ya en un país en que hay instrumentos legales que garantizan la igualdad y la equidad entre mujeres y hombres.

Honrar la masculinidad, -dice el futbolista- negando con su increíble y absurdo discurso, el proceso histórico de las mujeres mexicanas por el reconocimiento de sus más justos y elementales derechos.

viveleyendo.normabustamante@gmail.com