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Durante la homilía el sacerdote celebrante les resaltó que el Sacramento de la Confirmación, en la Iglesia Católica, es el sacramento que completa el Bautismo y fortalece la gracia bautismal, incorporando más profundamente al creyente a Cristo y a la Iglesia, y capacitándose para ser testigo de la fe con palabras y obras.

“Se le conoce como el sacramento de la madurez cristiana”, dijo al grupo de jóvenes y niños que escucharon atentamente la ceremonia en compañía de sus padres de familia.

Los confirmados aceptaron el sacramento de la Confirmación como uno de los tres sacramentos de iniciación cristiana. La misma palabra, Confirmación que significa afirmar o consolidar, nos dice mucho, recalco el párroco.

Compartió a la comunidad católica que asistió a la misa que este sacramento se fortalece y se completa la obra del Bautismo. Por este sacramento, el bautizado se fortalece con el don del Espíritu Santo. Se logra un arraigo más profundo a la filiación divina, se une más íntimamente con la Iglesia, fortaleciéndose para ser testigo de Jesucristo, de palabra y obra. Porque él es capaz de defender su fe y de transmitirla. A partir de la Confirmación nos convertimos en cristianos maduros y podremos llevar una vida cristiana más perfecta, más activa. Es el sacramento de la madurez cristiana y que nos hace capaces de ser testigos de Cristo.

Fotografías: Maxi Montalvo.