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Sin conectividad a Internet más de 21 millones de mexicanos
Por Sergio Carrillo | jueves, 19 de junio de 2025
Los datos recientes refireren que la fibra óptica que permite el Wi-Fi llega apenas al 16% de las zonas rurales en México.
TIJUANA.- Este 20 de junio se celebra el Día Mundial del Wi-Fi, como remembranza de cómo esta señal inalámbrica pasó de ser un experimento a convertirse en un pilar de la sociedad actual.
Cabe apuntar que fue diseñado en 1997 para evitar la saturación de cables en oficinas y hogares, mientras que hoy por hoy permite clases en línea, conciertos y eventos virtuales, e incluso teleconsultas médicas.
En ese sentido, se estima que en México, más de 107 millones de personas (el 83% de la población) tienen acceso a Internet, y de ellas, la mayoría se conecta vía Wi-Fi a través de su celular o computadora portátil. Esto indica que poco más de 21 millones de personas aún no gozan de conectividad digital, al menos de forma frecuente.
Mientras que a nivel Latinoamérica, poco más del 60 por ciento de hogares cuentan con banda ancha fija, lo que deja a casi un tercio de las familias sin una conexión estable.
Los últimos datos refieren que la fibra óptica llega al 78% de las zonas urbanas mexicanas, pero apenas al 16% de las rurales, lo que significa que en muchos pueblos de Guerrero o Chiapas la señal es intermitente o inexistente.
El experto en tecnología, Norberto Maldonado, expuso que el promedio de descarga en redes fijas en México fue de 35 Megabytes Por Segundo (Mbps), ubicando al país en el lugar 60 de 180 en una evaluación global. En banda ancha móvil se promedian 25 Mbps, toda vez que otras naciones superan los 80 Mbps.
Maldonado puntualizó en su propuesta de subsidios tanto en el frente gubernamental como en el sector privado, para que los proveedores coloquen Wi-Fi 6 de última generación en zonas marginadas, así como incentivos fiscales para redes comunitarias y alianzas con empresas para instalar puntos de acceso gratuitos en escuelas, bibliotecas y plazas públicas.
También planteó la creación de fondos para becas que capaciten a técnicos rurales y financiar laboratorios ciudadanos de conectividad que funjan como centros de apoyo local. Esto sin dejar de lado el “entrenar” a la población para que mantenga los equipos, actualice el software y proteja sus redes de ataques.