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The Border
Hijo de “El Chapo” admite cargos por narcotráfico; EU lo perfila como pieza clave del terror criminal del Cártel de Sinaloa
Por Ana Lilia Ramírez | martes, 2 de diciembre de 2025
El hijo de El Chapo aceptó haber secuestrado a Ismael “El Mayo” Zambada para entregarlo a Estados Unidos, en busca de una pena mínima y negociar su encarcelamiento.
ESTADOS UNIDOS.— En un nuevo capítulo de la larga guerra contra el narcotráfico —esa que parece no tener final— Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, se declaró culpable de cargos federales relacionados con narcotráfico ante una corte estadounidense. Con eso, Washington selló una victoria en su cruzada contra el Cártel de Sinaloa.
Guzmán López, de 39 años, se declaró culpable de conspiración para distribuir drogas y de operar una empresa criminal continua. Ambos delitos implican un castigo que va desde 10 años como mínimo hasta cadena perpetua. Aún no hay fecha para dictar sentencia.
El hijo de El Chapo está detenido desde julio de 2024, y su rol dentro del cártel se describe como estratégico: coordinaba envíos de cocaína, heroína, metanfetamina, fentanilo y marihuana hacia Estados Unidos, a través de vehículos, túneles, aviones y hasta embarcaciones semisumergibles. También administraba la red de lavado de dinero que regresaba las ganancias del norte hacia México.
La acusación también detalla sobornos a funcionarios corruptos y violencia contra rivales, policías y hasta miembros del propio cártel. Guzmán López aceptó haber participado en un secuestro internacional en contra de Ismael “El Mayo” Zambada, supuestamente con la intención de obtener un mejor trato del gobierno estadounidense. Según el comunicado del Departamento de Justicia, “le funcionó” al recibir un trato preferencial como testigo protegido.
Como parte del acuerdo, entregará 80 millones de dólares obtenidos del tráfico de drogas. También reconoció que sus operaciones involucraron más de 36 kilos de fentanilo, 90 de heroína, 450 de cocaína, 45 de metanfetaminas y 90 mil de marihuana.
Sus hermanos —Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar y Ovidio Guzmán López— siguen acusados por tráfico de drogas en Estados Unidos. Ovidio ya se declaró culpable este año en Illinois y espera sentencia. Iván y Jesús Alfredo continúan prófugos, con recompensas de hasta 10 millones de dólares cada uno.
Estados Unidos señala victoria, aunque en México la historia sigue repitiéndose: los imperios criminales caen, pero sus estructuras suelen sobrevivirlos.
DECLARACIÓN DE CULPABILIDAD CELEBRADA POR EE.UU.
La declaración de culpabilidad de Joaquín Guzmán López se anunció bajo la Operación Take Back America, la nueva estrategia del Departamento de Justicia que busca “eliminar por completo” a las organizaciones criminales transnacionales.
La fiscal general Pamela Bondi describió al Cártel de Sinaloa como “una organización terrorista que ha destruido familias estadounidenses durante décadas”. En su mensaje aseguró que la caída de Guzmán López es un golpe necesario en la “agresiva campaña” de la administración Trump para desmantelar a los cárteles.
Terrance Cole, administrador de la DEA, remató asegurando que bajo el mando de “Los Chapitos”, el Cártel de Sinaloa ha alimentado “la crisis de drogas más mortal en la historia del país”. La agencia dice que no descansará “hasta que estos narcoterroristas rindan cuentas”.
El fiscal general adjunto interino, Matthew R. Galeotti, señaló que Guzmán López, junto con sus hermanos, inundó Estados Unidos con fentanilo, heroína y cocaína, sobornando funcionarios y expandiendo la violencia. “No descansaremos hasta desmantelar por completo los cárteles criminales”, aseguró.
En la misma línea, el fiscal federal Andrew S. Boutros recordó que Chicago ha sido un frente clave en la persecución del Cártel de Sinaloa. “La determinación solo aumenta”, dijo, tras la reciente designación de estos grupos como organizaciones terroristas extranjeras.
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