Tijuana

Menores migrantes viven crisis emocional ante temor de ser deportados

Por Ana Lilia Ramírez | jueves, 4 de septiembre de 2025

EMX-Menores migrantes viven crisis emocional ante temor de ser deportados

En el albergue Embajadores de Jesús, al menos 180 menores desplazados por la violencia han expresado miedo, angustia y confusión tras los recientes ajustes en las políticas migratorias de Estados Unidos.


TIJUANA.— Los recientes cambios en las políticas migratorias de Estados Unidos han provocado un fuerte impacto emocional en niños y niñas migrantes refugiados en Tijuana, particularmente en aquellos alojados en el albergue Embajadores de Jesús, donde al menos 180 menores han manifestado miedo y ansiedad ante la posibilidad de ser regresados a los lugares de los que huyeron por violencia o inseguridad.

Ángeles Gómez, directora de LOB2 México, detalló que los meses de enero y febrero fueron especialmente duros para los niños más pequeños, quienes expresaron su angustia llorando, confundidos y sin entender por qué sus familias enfrentaban detenciones, traslados o nuevas restricciones migratorias.

“Muchos de los niños lloraban sin comprender qué pasaba. Sentían que todo se derrumbaba a su alrededor”, explicó Gómez.

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Ante esta situación, la escuela de educación migrante que opera dentro del albergue abrió sus puertas sin dividir por turnos, permitiendo el ingreso de toda la población infantil con el fin de brindar acompañamiento emocional de manera inmediata.

Los salones, bibliotecas y espacios comunes fueron habilitados para dinámicas de contención: se instalaron juegos de mesa, libros y espacios lúdicos donde el personal educativo pudo sostener un contacto constante con los menores.

“Nuestra prioridad fue sostener emocionalmente a los niños, darles un poco de estabilidad en medio de tanta incertidumbre”, afirmó la directora.

La estrategia implementada no solo tuvo un enfoque educativo, sino terapéutico y comunitario, pues permitió que los menores encontraran rutinas, momentos de distracción y espacios donde sentirse escuchados y protegidos.

Ángeles Gómez subrayó que este tipo de acompañamiento no es un lujo, sino una necesidad urgente para los menores desplazados por la violencia y atrapados en los vaivenes de las decisiones políticas.

“Si no se atiende su estado emocional, será muy difícil que estos niños puedan continuar sus procesos educativos o integrarse a nuevos entornos”, concluyó.