Editorial

Avanza con Claudia Sheinbaum la justicia ambiental

Por Redacción | miércoles, 16 de julio de 2025

EMX-Avanza con Claudia Sheinbaum la justicia ambiental

Por Gabriela Jiménez Godoy, Diputada Federal y Vicecoordinadora del Grupo Parlamentario de MORENA Red social X: @GabyJimenezMX


Una reforma histórica fue aprobada por unanimidad en la Cámara de Diputados: 415 votos fueron emitidos a favor de modificar la Ley General de Vida Silvestre para prohibir el uso de mamíferos marinos en actividades extractivas, ya sean de subsistencia o comerciales. La captura de estos ejemplares únicamente será permitida con fines científicos de conservación, bajo protocolos estrictos avalados por instituciones académicas y ambientales.
Este logró va más allá de una reforma legal. Se alcanzó un consenso político basado en una convicción ética: la vida silvestre merece respeto. Se trató de una causa común que, por encima de cualquier diferencia ideológica, reconoció que el medio ambiente es nuestra casa compartida y que los otros seres vivos que la habitan necesitan protección.
Durante años, los mamíferos marinos fueron utilizados para entretenimiento o exhibición, confinados en instalaciones artificiales, obligados a reproducirse fuera de su hábitat natural y reducidos a funciones que nunca les correspondieron. Con esta nueva legislación se marca un parteaguas: se prohíbe su uso con fines de lucro, se veta la reproducción forzada y se restringe el cautiverio a condiciones que garanticen su bienestar real.
Esta decisión se enmarca en una visión más amplia, impulsada desde el inicio de la Cuarta Transformación, en donde la justicia ambiental es parte fundamental del humanismo mexicano. Ya no se habla sólo de justicia social o de derechos humanos, sino también del derecho a un medio ambiente sano, la defensa del territorio y la responsabilidad colectiva hacia la biodiversidad.
Bajo el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum, esta visión se ha reforzado. Su trayectoria basada en la ciencia y el compromiso con la sustentabilidad, ha puesto la agenda ambiental al centro del debate público y del diseño de políticas nacionales. Se ha entendido que, sin cuidado del entorno, no hay futuro posible.
Con esta reforma, México se posiciona a la vanguardia en la protección de mamíferos marinos. A partir de su entrada en vigor, los cetáceos deberán mantenerse en espacios naturales o semilibres que permitan el intercambio de agua marina. Las albercas y estanques de concreto ya no serán permitidos. En casos de emergencia sanitaria o riesgo, se contemplan traslados temporales bajo condiciones controladas para garantizar su integridad.
También se establecen sanciones más severas para quienes incumplan la ley, incluyendo multas de hasta 75 mil veces la Unidad de Medida y Actualización. Las autorizaciones serán retiradas ante irregularidades y las unidades de manejo serán auditadas con mayor rigor.
Esta reforma no solo protege a especies emblemáticas; envía un mensaje claro: México toma en serio su responsabilidad ambiental. Y aunque persisten retos, lo aprobado por el Congreso es un paso firme en la dirección correcta.
Cuidar a los mamíferos marinos es cuidar nuestros océanos, nuestras costas y nuestra biodiversidad. Es proteger, en suma, nuestro propio equilibrio como especie. Porque no puede haber transformación verdadera sin respeto a la vida en todas sus formas.