Editorial

Los nuevos rostros del Poder Judicial

Por Gabriela Jiménez Godoy | sábado, 13 de septiembre de 2025

EMX-Los nuevos rostros del Poder Judicial

Por Gabriela Jiménez Godoy, Diputada Federal y Vicecoordinadora del Grupo Parlamentario de MORENA Red social X: @GabyJimenezMX


El 1 de septiembre de 2025 quedará en la memoria colectiva como el inicio de la transformación inédita de uno de los poderes de la unión. La Suprema Corte de Justicia de la Nación, encabezada por Hugo Aguilar Ortiz, tiene el cometido de romper con las inercias que habían mantenido al Poder Judicial como un espacio distante y elitista. Con la toma de protesta de los nuevos ministros y ministras, por fin hay un nuevo horizonte para la justicia mexicana.

La ceremonia, en la que resaltaron los bordados indígenas en las togas, fue un recordatorio de que la justicia debe estar unida a la historia y la diversidad cultural de México. Estos diseños evocan la riqueza de los pueblos originarios y representan el reconocimiento de comunidades que durante siglos fueron relegadas de los grandes relatos nacionales, y nos recuerdan que la ley debe ser interpretada desde la pluralidad de voces que conforman este país.

Los perfiles de quienes integran la Corte confirman esta visión. Con trayectorias forjadas en la defensa de los derechos humanos, la investigación social y el acompañamiento comunitario, los nuevos ministros y ministras llegan con la convicción de que impartir justicia exige empatía, conciencia histórica y responsabilidad frente a las desigualdades. La interpretación de la ley deja de entenderse como un procedimiento frío y distante para convertirse en un ejercicio de reparación, donde las normas se aplican con sensibilidad a la realidad social.

La apertura de las puertas de la Suprema Corte al público inaugura un estilo distinto de relación con la ciudadanía. Durante demasiado tiempo, el Poder Judicial fue percibido como inaccesible, rodeado de solemnidad y aislamiento. Hoy, con la promesa de recorrer el país y escuchar de primera mano las demandas de comunidades rurales, barrios urbanos y sectores históricamente excluidos, la justicia busca salir del mármol para empezar a habitar en las calles, porque es ahí en dónde sus decisiones impactan.

La reforma que dio origen a esta Corte enfrentó críticas y desconfianzas. Sin embargo, el verdadero examen vendrá con el tiempo, cuando los fallos empiecen a mostrar la promesa de un Poder Judicial más cercano y equitativo. La legitimidad en sentencias que sean comprendidas por el pueblo como actos de justicia genuina.

En este nuevo capítulo, la Corte tiene la oportunidad de resignificar su papel y ser un tribunal que además de resolver controversias jurídicas, contribuirá a reparar desigualdades históricas y fortalecer la confianza ciudadana. La interpretación de la ley puede marcar la diferencia entre un derecho que se siente lejano y una justicia que se vive como parte cotidiana de la vida democrática.

La Corte que hoy comienza su andar tiene en sus manos la posibilidad de reconstruir la relación entre ciudadanía y justicia. Lo que viene será un ejercicio constante de escucha, diálogo y decisiones que respondan a las realidades del país. México no espera solemnidad vacía, exige sentencias que se sientan como respuestas justas y humanas a los problemas de la vida cotidiana. Las expectativas son altas, y tenemos confianza en que los resultados las superarán. No queda más que verlos trabajar por el Pueblo de México.