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BOGOTÁ.— El senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, del partido Centro Democrático, fue víctima de un atentado este sábado 7 de junio mientras participaba en un acto de campaña en el parque El Golfito, en la localidad Modelia de Fontibón, al occidente de Bogotá.

Testigos y videos muestran que, durante su discurso, Uribe recibió un disparo por la espalda, cayó al suelo y fue trasladado de inmediato a un centro médico en Engativá, donde permanece en estado grave.

Al menos 44 personas han sido detenidas en operativos relacionados, incluyendo al presunto agresor, un joven de alrededor de 15 años.

El ataque ha generado un rechazo unánime en Colombia. El expresidente Álvaro Uribe Vélez pidió orar por su recuperación y calificó el ataque como “atentar contra una esperanza de la patria”

El presidente Gustavo Petro lo calificó como una “línea roja” y señaló que representa un grave atentado a la democracia.

Las máximas autoridades han ofrecido una recompensa de 3.000 millones de pesos y convocado a una reunión de emergencia con la cúpula de seguridad.

Este hecho rememora los magnicidios de los años 80 y 90 en Colombia —como los de Luis Carlos Galán y Carlos Pizarro— y aviva los temores sobre la violencia política en el país

Miguel Uribe Turbay no tiene ninguna relación familiar con Pablo Escobar. Sin embargo, su madre, la periodista Diana Turbay, fue secuestrada y asesinada por órdenes del capo a través del grupo “Los Extraditables” vinculado al Cartel de Medellín. Escobar la engañó haciéndole creer que entrevistaría a un líder del ELN, lo cual fue una trampa para presionar al gobierno sobre la extradición.

Durante su cautiverio, que duró seis meses, Diana fue utilizada como rehén para influir en la política colombiana. Murió el 25 de enero de 1991 durante un operativo de rescate fallido, alcanzada por una bala que le quitó la vida.

Miguel Uribe, quien tenía solo cinco años en ese momento, ha hablado públicamente sobre ese episodio traumático, mencionando que su madre fue “engañada por Pablo Escobar” y que él tuvo que perdonar tanto al narcotraficante como al Estado por ese trágico evento