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Condenan a cadena perpetua a un anestesista francés por envenenar a 30 pacientes
Por Redacción | viernes, 19 de diciembre de 2025
Un tribunal francés condenó a cadena perpetua a un anestesista en Besanzón, provocando 12 muertes; dijo que apelará la sentencia.
Un tribunal francés impuso este jueves cadena perpetua a un anestesista acusado de envenenar deliberadamente a 30 pacientes, de los cuales 12 perdieron la vida, en un caso que ha estremecido a la comunidad médica y al público en general en Francia. El veredicto fue emitido tras un juicio de tres meses en Besanzón, en el este del país, y sigue a años de investigación sobre una serie de complicaciones médicas inusuales ocurridas entre 2008 y 2017.
El condenado, Frédéric Péchier, de 53 años, trabajaba como anestesista en dos clínicas privadas de Besanzón cuando los pacientes sufrieron paros cardíacos o hemorragias aparentemente inexplicables durante procedimientos quirúrgicos de rutina. Doce de esas personas no pudieron ser reanimadas y fallecieron, mientras que 18 sobrevivieron con complicaciones graves.
La justicia consideró que Péchier manipuló bolsas de perfusión de anestesia con sustancias como potasio, anestésicos locales y adrenalina para provocar paros cardíacos y otros efectos adversos, en lo que los fiscales describieron como un intento deliberado de poner en riesgo a los pacientes bajo la atención de colegas y, en algunos casos, de luego intervenir para aparentar heroísmo.
Durante la lectura del veredicto en el Tribunal Penal del Doubs, la presidenta de la corte ordenó al anestesista: “Usted va a ser encarcelado inmediatamente”, según medios franceses. Péchier, que había comparecido libre durante el juicio, recibió la sentencia con aparente impasibilidad.
Los fiscales, que habían calificado a Péchier como “uno de los criminales más notorios en la historia de Francia”, solicitaron la pena máxima. Además de la cadena perpetua, el tribunal determinó que el condenado no podrá solicitar libertad condicional durante 22 años y le impuso una prohibición permanente para ejercer la medicina.
Familiares de las víctimas que no sobrevivieron al envenenamiento expresaron sentimientos encontrados tras el veredicto. Delphine Ziegler, cuya madre de 74 años murió durante un reemplazo de cadera en 2008, dijo que, aunque no pueden recuperar a sus seres queridos, “al menos hay una apariencia de justicia” después de años de dolor y de incertidumbre sobre las causas de las muertes.
Péchier, sin embargo, ha mantenido su inocencia desde el inicio del proceso. En el último día del juicio, insistió ante el tribunal: “No soy un envenenador”, frase que repitió durante su defensa, argumentando que siempre se apegó al juramento hipocrático y que los incidentes atribuidos a él eran consecuencia de errores médicos o circunstancias no intencionales.
El tribunal rechazó esas alegaciones, concluyendo que existía un patrón consistente de incidentes serios que se correlacionaban con los turnos de trabajo de Péchier en las clínicas de Besanzón, lo que apuntó a una conducta deliberada. La investigación, que comenzó en 2017 tras la revisión de una bolsa de suero con niveles anormalmente altos de potasio, abarcó más de 70 informes de eventos adversos graves y culminó en la acusación formal.
El veredicto también se enmarca en una serie de casos de alto perfil de abusos cometidos por profesionales médicos en Francia. En mayo, el excirujano Joël Le Scouarnec fue condenado a 20 años de prisión por agredir sexualmente o violar a casi 300 pacientes, en su mayoría niños, entre 1989 y 2014. Wikipedia
Los abogados de Péchier anunciaron que apelarán la sentencia, argumentando que la evidencia no fue suficiente para demostrar culpabilidad más allá de toda duda y que se presentarán nuevas pruebas durante el proceso de apelación. El tribunal superior de apelación será el siguiente paso en un caso que ya ha marcado un hito en el derecho penal y médico en Francia.