Política y Políticos

CLAUDIA SHEINBAUM PARDO… celebra la afiliación histórica de repartidores y conductores al IMSS

Por Braulio Serrano Ruíz | jueves, 7 de agosto de 2025

EMX-CLAUDIA SHEINBAUM PARDO… celebra la afiliación histórica de repartidores y conductores al IMSS

Mexicali...


En los anales recientes de la política social mexicana, el anuncio de la PRESIDENTA DE MÉXICO, CLAUDIA SHEINBAUM PARDO, sobre la incorporación de un millón 291 mil 365 personas trabajadoras de plataformas digitales al IMSS equivale a tender un puente largamente esperado entre el siglo XXI y los derechos laborales del siglo XX. La llamada “economía de las apps”, hasta ahora tratada como territorio salvaje donde cada repartidor pedaleaba sin más seguro que su voluntad, ingresa por fin a la Cuarta Transformación con credencial en mano y número de seguridad social. 
Este padrón –mayoritariamente masculino, joven y precarizado– deja de ser una estadística en la periferia y se vuelve sujeto de pensión, guardería y atención médica. Mientras algunos críticos claman que las empresas digitales trasladarán el costo al usuario, el dato duro es que 23 millones 591 mil 691 puestos formales cotizan al 31 de julio, la cifra más alta desde que PASCUAL ORTIZ RUBIO expidió la Ley del Seguro Social en 1943. Con SHEINBAUM, el discurso del “socio independiente” se archiva: ahora todo repartidor es trabajador y toda aplicación asume la cuota patronal, o enfrenta la lupa de la SUBSECRETARÍA DE EMPLEO Y PRODUCTIVIDAD LABORAL encabezada por QIAHUITL CHÁVEZ DOMÍNGUEZ.
En tiempos donde el algoritmo decide quién entrega tacos o traslada pasajeros, la reforma laboral prohíbe la desconexión automática y obliga a que las sanciones sean revisadas por personas de carne y hueso. Se acabó el fantasma que apagaba la sesión sin explicación. 
Las plataformas tampoco podrán cobrar por el uso de su propia aplicación —una práctica que enmascaraba comisiones abusivas— ni imponer aumentos tributarios disfrazados de “costos de servicio”. Así, la llamada flexibilidad deja de ser excusa para negar prestaciones y se convierte en el laboratorio mundial que Alemania y Francia observan con lupa: si en México pueden sumar a los riders con pleno derecho, ¿qué impedirá que Uber y Didi lo hagan en París o Berlín? El 56 % de estos nuevos afiliados tiene menos de 35 años; garantizarle pensión a una generación nacida en la era del SMS redefine la pirámide de financiamiento del IMSS y, de paso, oxigena sus finanzas a futuro.
Mientras el gobierno federal cincela derechos laborales en la plataforma nacional, la GOBERNADORA DE BAJA CALIFORNIA, MARINA DEL PILAR ÁVILA OLMEDA, desliza la cinta métrica sobre carreteras, puentes y tuberías para presumir una inversión sin precedentes en la capital. 
Entre 2021 y 2025 su administración rehabilitó más de 605 mil metros cuadrados de vialidades en el Valle de Mexicali; el dato suena frío hasta que se traducen los baches tapados y los jornales acortados en media hora de sol ardiente. 
Con más de 315 millones de pesos inyectados en zonas agrícolas y ejidales –históricamente relegadas a la promesa sexenal–, la mandataria insiste en que “nunca antes” se destinaron tantos recursos a la capital y su valle. Y tiene con qué respaldarlo: el programa RESPIRA ha elevado siete proyectos emblemáticos donde destaca el DISTRIBUIDOR VIAL CARRANZA–LÁZARO CÁRDENAS, capaz de reducir traslados de treinta a tres minutos para 120 mil vehículos diarios, una poda de CO₂ y de estrés para medio millón de mexicalenses.
Detrás del asfalto visible, el gobierno estatal cava trincheras subterráneas para enterrar tuberías nuevas de agua y drenaje. Víctor DANIEL AMADOR BARRAGÁN, titular de SEPROA, calcula que solo en 2025 se invertirán más de 3 mil 400 millones de pesos —cuatro veces el promedio anual precedente— gracias a la emisión del Bono Verde y a la suma de programas federales como PROAGUA y PROSANEAR. 
De 103 obras de alcantarillado y saneamiento en todo el estado, 35 se concentran en Mexicali con un presupuesto de 624 millones de pesos. El mensaje es claro: no basta con repavimentar sin renovar la red hidráulica; un Mexicali competitivo requiere flujo constante de agua y no de fugas que afloren en cada ola de calor.
La cereza al pastel proviene del litigio por la fallida planta fotovoltaica: los recursos recuperados serán reinvertidos en el valle, un gesto simbólico que suena a redención política y pragmatismo financiero. Si el proyecto solar naufragó entre controversias, su indemnización ahora financia kilómetros de carpeta asfáltica que sí alumbrarán la economía rural. 
De paso, la gobernadora extiende la mano al ayuntamiento para coordinar obras y evitar la ruleta rusa de excavaciones dobles: primero el Estado, luego el municipio, finalmente la compañía telefónica.
El contraste entre la agenda federal y la estatal revela un sincronizado juego de espejos: Mientras SHEINBAUM conquista el ciberespacio laboral, AVILA OLMEDA cimenta el suelo físico. Una teje seguridad social para las juventudes digitales; la otra pavimenta los surcos donde esas mismas juventudes podrían sembrar y exportar verdura rumbo a California. Ambas agendas confluyen en un punto: asegurar derechos y servicios básicos bajo la premisa de que el bienestar no se mide solo en megavatios ni en likes, sino en trayectos seguros y pensiones garantizadas.
No obstante, el aplauso no exime la vigilancia. Para que la afiliación de repartidores no quede en estadística, el IMSS deberá fiscalizar que las cuotas lleguen puntuales y que las plataformas no maquillen salarios para rebajar aportaciones. Y en Mexicali, el reto será que la flamante carpeta asfáltica no sucumba al primer verano de 50 grados ni a la tentación de la corrupción en contratos de mantenimiento. La ciudadanía ya aprendió que la foto de inauguración no garantiza la durabilidad de la obra.
En la antesala de 2026, cuando la segunda mitad del sexenio federal y del quinquenio estatal pidan cuentas, la pregunta será si estos anuncios se convirtieron en rutina cotidiana. 
Que el conductor de un repartidor accidentado reciba atención sin sangrar su billetera y que la agricultora del ejido Puebla viaje sin sacudirse la suspicacia de un bache serán la prueba de fuego de esta doble narrativa: la transformación de derechos y la metamorfosis de infraestructura. Porque, al final, el ciudadano no distingue niveles de gobierno; exige resultados concretos y permanentes. 
Allí se jugará la legitimidad de la Cuarta Transformación y del gobierno de MARINA DEL PILAR: en el bolsillo del trabajador y bajo los neumáticos de una camioneta cargada de algodón.


MARINA DEL PILAR ÁVILA OLMEDA.. supervisa Distribuidor Vial Carranza–Lázaro Cárdenas.