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Por Sergio Carrillo | domingo, 28 de diciembre de 2025
Los comerciantes coinciden en que 2026 será un año de ajustes y oportunidades selectivas.
TIJUANA.– El sector comercio en Tijuana concluye 2025 como uno de los años más retadores de la última década, impactado por la desaceleración del consumo, el incremento en los costos operativos y un entorno de alta competencia, señaló Julián Palombo Saucedo, Consejero Nacional de la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur).
De acuerdo con el análisis del sector, durante este año los comercios enfrentaron una reducción en el promedio de compra, consecuencia de un consumidor más cauteloso, afectado por la inflación acumulada, el encarecimiento de los servicios básicos y una menor capacidad de gasto discrecional.
“En Tijuana, el comercio resintió de manera importante la combinación de un consumo local más moderado y una menor intensidad del turismo de compras transfronterizo, influido por el tipo de cambio y el encarecimiento de costos en ambos lados de la frontera”, explicó Palombo Saucedo.
El comparativo entre 2024 y 2025 refleja un cambio en la dinámica del sector. Mientras que el año anterior representó una etapa de recuperación gradual tras los ajustes pospandemia, 2025 se caracterizó por un estancamiento en las ventas, presión sobre los márgenes de ganancia y una mayor rotación de negocios, particularmente en el comercio tradicional y en los servicios no esenciales.
Entre los principales factores que afectaron al sector destacan el incremento en las rentas comerciales, el aumento en los costos de energía, la presión en la nómina y la rotación de personal, así como una mayor competencia de cadenas nacionales y plataformas digitales, aunado a un consumidor más exigente y selectivo.
Para 2026, el panorama será de estabilidad moderada, aunque sin un crecimiento generalizado, advirtió el consejero nacional, quien señaló que no será un año de expansión acelerada, sino un periodo en el que los comercios deberán enfocarse en la eficiencia, el control de costos y la diferenciación.
“Aquellos negocios que se adapten, innoven y fortalezcan su relación con el cliente local tendrán mejores oportunidades de consolidación”, subrayó.
Se prevé que los giros vinculados a productos básicos, servicios esenciales y modelos híbridos físico-digitales presenten mayor resiliencia, mientras que los comercios con estructuras rígidas y altos costos fijos enfrentarán mayores riesgos.
Finalmente, Palombo Saucedo hizo un llamado a fortalecer la competitividad del comercio local mediante la digitalización gradual de procesos, una mejor planeación financiera, atención personalizada, diferenciación de la oferta y un mayor enfoque en el mercado local, sin depender exclusivamente del consumo fronterizo.
“El comercio en Tijuana ha demostrado históricamente su capacidad de adaptación; 2026 exigirá visión estratégica, disciplina operativa y cercanía con el consumidor para sostener la actividad económica y el empleo en la ciudad”, concluyó.