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Y es que el delantero inglés sufrió durante once años con el Tottenham Hotspur, donde nunca pudo levantar ni un trofeo, ni siquiera cuando fue cedido por un tiempo al Millwall, Norwich City, ni al Leicester City.

Para su mala suerte, cuando llegó al Bayern el equipo de Múnich sufrió la peor temporada en décadas, donde no logró ganar ni un solo título, haciendo de la carrera de Kane casi un meme.

Pero este domingo, ya de manera oficial, Harry estuvo presente en las celebraciones del equipo bávaro y parecía un niño con juguete nuevo, ya que no soltaba la "ensaladera" que se le da a los campeones de la Bundesliga.

Y mientras todo era sonrisas con el inglés, su compañero Thomas Muller se despedía de sus fans tras 25 años dentro de la institución.

Como siempre el mediocampista fue el más ruidoso y movido de toda la celebración, dando al final un pequeño discurso donde pedía apoyo incondicional a todos los equipos que forman el Bayern de Múnich y dando las gracias por tanto amor durante tanto tiempo.

Cabe resaltar que Muller no recibió una renovación de contrato y hasta este domingo había sido un futbolista de un solo club, algo que podría cambiar si llegar al LAFC en la Major League Soccer (MLS por sus siglas en inglés).

La celebración fue increíble, durante más de cuatro horas más de 15 mil personas bailaron y gritaron en apoyo al equipo de su ciudad, mientras que decenas de fanáticos de capacidades especiales recibieron un regalo muy especial y fueron invitados a platicar con los futbolistas antes y después de la ceremonia, donde aprovecharon para tomarse fotos y pedirle un autógrafo a su estrella favorita.

Múnich se pinta de rojo, mientras Harry Kane sonríe, Thomas Muller se despide, pero la fiesta continuará en las siguientes semanas cuando el Paris Saint-Germain se enfrente en la Final de la UEFA Liga de Campeones al Inter de Milán, mientras que unos días después se llevará a cabo las semifinales y la final de la Liga de Naciones en el Allianz Arena.

Cortesía Manuel R. Medina