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Tijuana, B. C.- Tras la bofetada que Will Smith le dio a Chris Rock en el escenario de los Premios Óscar 2022 por un chiste sobre la alopecia de Jada Pinkett Smith, parece que el matrimonio podría estar en un mal estado, según una fuente informó a la revista Heat.

Esta situación que hizo que vetaran al actor de los eventos de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas por una década. “Desde el escándalo de los Óscar, las tensiones entre ellos han sido palpables”, expresó la fuente.

El medio TVNotas asegura que, según las leyes de California, si este divorcio ocurriera, Pinkett Smith recibiría la mitad de la fortuna de la fortuna del actor, que está valorada en 350 millones de dólares.

Adicionalmente, el medio británico Ok! Magazine aseguró que el proceso del divorcio podría durar más de 5 años y que sería uno de los “más feos en la historia del espectáculo”.

Estos rumores ocurren después de que Jada Pinkett Smith declarara que no quería hablar aún sobre la cachetada y de que resurgiera una entrevista de 2018 en la que confesó que nunca quiso casarse con Will Smith.

El matrimonio de Will Smith ha sido sometido a un intenso escrutinio tras la bofetada que él le propinó a Chris Rock durante la pasada entrega de los premios Oscar por hacer una broma sobre la cabeza rapada de su esposa Jada Pinkett Smith, que derivó en su salida voluntaria de la Academia y en un veto posterior de 10 años por parte de la organización.

Ahora han salido a la luz unas sorprendentes declaraciones de la propia Jada, en las que ella reconoce que nunca quiso casarse con el protagonista de “King Richard”. La actriz habló en estos términos tan duros en uno de los episodios de su programa “Red table talk” en 2018, en el que se sinceró sobre su relación sentimental con Will y los desafíos a los que ambos se habían enfrentado.

En presencia del propio Smith, Jada reconoció abiertamente que sólo se había casado porque estaba embarazada de Jaden, su primogénito: “Sentía mucha presión. Era una actriz joven, estaba embarazada y no sabía qué hacer, pero nunca quise casarme”.

Jada explicó en torno a la mesa redonda que utiliza para sus entrevistas -a la que estaba sentada su hija Willow- que su madre le había hecho chantaje emocional para que pasara por el altar echándose a llorar en su presencia. La aludida, que se llama Adrienne Banfield-Norris y también participó en aquel programa, confirmó su versión de los hechos añadiendo que Jada no había participado en los preparativos del enlace y que en los días previos parecía que “estaba enferma”.

Jada detalló que en su boda se sentía tan sobrepasada por toda la situación que lloró en reiteradas ocasiones: “Estaba tan molesta porque tenía que casarme que me fui llorando por el m*** pasillo”, confesó la actriz. Por su parte, Will aseguró que él siempre había soñado con casarse “desde que tenía cinco años” para formar una familia.