Tijuana

Carlos Torres Torres, esposo de la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, anunció su decisión de separarse del cargo honorario como Coordinador de Proyectos Estratégicos del estado, en un acto que calificó como una muestra de responsabilidad y compromiso con el bienestar social y político de la entidad.

La renuncia se da luego de la revocación de su visa estadounidense y ante una serie de señalamientos que, de acuerdo con el propio Torres, carecen de sustento. A través de un mensaje difundido en sus redes sociales, enfatizó que su decisión busca evitar que temas personales se conviertan en distractores para el gobierno estatal.

“Sé que, en momentos como este, la polarización y los señalamientos —aunque infundados— no ayudan al clima que el estado y su gente necesitan. Por eso, y por decisión propia, he hecho una pausa en los proyectos sociales y de participación pública en los que venía colaborando de manera honoraria”, expresó.

Durante su participación en la administración estatal, Torres impulsó diversos proyectos que dejaron huella en materia de infraestructura urbana y recuperación de espacios públicos. Entre ellos destacan la rehabilitación del parque Esperanto en Tijuana, Laguna México en Mexicali y la modernización de la avenida Revolución, obras que apuntaban a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y promover la convivencia.

Aunque la revocación de su visa se manejó como un tema de índole administrativa, diversos medios han intentado vincular su nombre con investigaciones por delitos fiscales y financieros, versiones que hasta el momento no han sido confirmadas por ninguna autoridad judicial.

A pesar de las críticas, Carlos Torres ha reiterado su disposición de colaborar con cualquier investigación, subrayando su confianza en que el tiempo y la legalidad pondrán las cosas en su lugar. Asimismo, ha recibido el respaldo de diversos sectores sociales que reconocen su trabajo voluntario y el impacto positivo de los proyectos impulsados.

Cabe recordar que Torres ha mantenido una trayectoria política activa y ha colaborado en distintos frentes desde el ámbito social, sin ostentar cargos remunerados. Su expulsión del PAN en 2019 por apoyar la "Ley Bonilla" marcó un punto de inflexión en su carrera, desde donde se integró a proyectos afines a Morena con un enfoque comunitario y urbano.

En su mensaje final, reiteró su intención de mantenerse cercano a su familia y abierto a nuevos retos profesionales:

“Sé que el tiempo acomoda todo, y cerrar esta etapa también abre la posibilidad de comenzar otra cuando sea el momento”, señaló.

Hasta ahora, la gobernadora Marina del Pilar Ávila no ha emitido comentarios públicos sobre la renuncia de su esposo, aunque el gesto ha sido interpretado como una medida para proteger la integridad del proyecto de gobierno y evitar cualquier distracción ante los retos que enfrenta el estado.