Tijuana

Todo comenzó a finales de 2023, cuando la señora Ana Lilia Rodríguez, dueña legítima del establecimiento, falleció, explicó el señor Mario Alberto Rodríguez, socio del restaurante y hermano de Ana Lilia. Brindó una conferencia de prensa para explicar cómo les fue arrebatada la posesión legítima del restaurante a él y a la hija de la mujer fallecida, Ana Lilia Bustos.

“Ella (Ana Lilia Bustos) tuvo muchos problemas con sus abogados, ya que inicialmente ellos trabajaban para La Casa del Mole, cuando pasó la muerte de mi hermana asumieron la sucesión intestamentaria porque murió sin testamento, ellos asumieron ese juicio, pero cuando vieron la oportunidad le dieron la espalda y se asociaron con la otra sobrina, que no tiene nada que ver en la sucesión ella”, explicó el señor Mario Alberto.

La sobrina a la que se refieren es Amy, hija de otra hermana de Mario Alberto y Ana Lilia Rodríguez, pero que nunca tuvo la posesión legal. Argumentan que Amy instruyó al personal del negocio de que ni Ana Lilia Bustos ni Mario Alberto pueden dar instrucciones.

“Nos sentimos robados, mancillados, es la impotencia de no poder hacer nada, de enfrentarte a la ley y que no te dé la razón, es muy difícil, muy desgastante, muy frustrante, y ella (Ana Lilia Bustos) ahí creció, no se diga yo que lo iniciamos hace 37 años, y de repente no poder venir a trabajar al negocio”, expresó el señor Mario Alberto.

 

Los abogados que originalmente laboraban para Ana Lilia hija y para el recinto presuntamente conspiraron para poder operar el restaurante junto a Amy.

“Yo los contraté en un momento vulnerable después del fallecimiento de mi madre y ellos se aprovecharon de la confianza que se les dio, antes por mi madre y por el restaurante, para aventajarse y quitarme algo, que no nada más es un restaurante, es donde yo crecí, es el patrimonio de mi familia”, explicó Ana Lilia Bustos, quien agregó:

“Mi abogado como albacea tiene la facultad de tomar decisiones, pero él no me está consultando ninguna decisión ni me está dando dinero ni información”.

En ese sentido, Mario Alberto subrayó que él y Ana Lilia buscan recuperar el negocio y no está dentro de sus opciones administrarlo en conjunto con Amy. Argumentan que la calidad de los alimentos y del servicio al cliente ha decaído en los últimos meses, al grado que podría cerrar sus puertas pronto.

“El servicio es muy lento, dejan olvidados a los clientes, llegan, prácticamente avientan el plato y los dejan ahí olvidados, la calidad de la comida también ha bajado mucho, es muy posible, mi pronóstico que si siguen de esa manera sí vaya a cerrar.

Entonces estaríamos entrando a manejar varias cosas, remodelaciones de algunos lugares que ya están muy deteriorados y que se tienen que resanar”, afirmó.

Por último, refirió que han interpuesto demandas civiles y mercantiles que no han procedido, mas no han podido proceder vía penal por la falta de recursos, así como por la crisis de salud reciente que enfrentó. No obstante, ya se encuentran próximos a proceder. 

“Es difícil entablar juicios sin dinero, mi fuente principal de ingresos era el restaurante, me los cortan y me dejan maniatado. Todavía no hay una denuncia penal, pero en eso estamos ya”, culminó.