Mexicali

Ante la decisión del empresario Moisés Muñoz de cerrar su restaurante en Ensenada, tras recibir amenazas de cobro de piso, el titular del organismo, indicó que es compresible que la persona no quiera denunciar por el temor a su vida y su familia y la desconfianza hacia la FGE.

La extorsión no solo vulnera la integridad de los empresarios, sino que erosiona la base económica local, inhibe la inversión y debilita la confianza ciudadana en las instituciones. El cierre de negocios por amenazas no es un fenómeno aislado, sino un síntoma de una economía expuesta, sin blindaje legal ni acompañamiento institucional, puntualizó Sandoval López.

José Villa González, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO) local, criticó que los programas contra la extorsión se diseñen sin incluir a los comerciantes y empresarios que enfrentan directamente las amenazas. “De nada sirve anunciar estrategias si los afectados no están en la mesa. Se trata de construir soluciones conjuntas, no sectorizadas”, señaló.