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Tras funeraria cateada, cadaver bebé tenia signos de maltrato y desnutrición; pese a ello no se notificó a la FGE
Por Ana Lilia Ramírez | jueves, 11 de septiembre de 2025
Tras una inspección en la funeraria, se resguardaron ocho cuerpos más que no fueron reportados a la FGE. El establecimiento fue cerrado para preservar posibles evidencias que lo vinculen con irregularidades.
TIJUANA. — Un bebé de apenas ocho meses de edad falleció en el Hospital General de Tijuana. Presentaba signos de maltrato físico, desnutrición severa y no contaba con su esquema de vacunación. Pese a ello, su muerte no fue reportada al Ministerio Público, como lo exige el protocolo legal.
Este caso se dio a conocer tras un cateo realizado por la Fiscalía General del Estado de Baja California en una funeraria de Tijuana, donde se encontraba el cuerpo del menor sin que se hubiera notificado a las autoridades ministeriales para iniciar una investigación por un posible homicidio cometido en contra del infante.
“Del Hospital General se turna a la funeraria sin pasar por el Ministerio Público. Cuando vimos el diagnóstico y las lesiones del niño, la falta de atención, la desnutrición… era un bebé muy pequeñito, lactante. Hicimos el cateo en la funeraria, en donde rescatamos el cadáver del niño, porque hubiera pasado el funeral y la sepultura, y a lo mejor detrás de esto existe un delito. No quiero asegurar, porque estamos en etapa inicial (de la investigación)”, señaló la fiscal María Elena Andrade Ramírez.
La fiscal general de Baja California confirmó que la intervención se llevó a cabo luego de detectar que el cuerpo del bebé había sido trasladado a la funeraria sin el reporte correspondiente.
“El menor presentaba características compatibles con el síndrome del niño maltratado, además de un evidente cuadro de desnutrición y falta de atención médica”, declaró.
Durante la inspección al establecimiento, se localizaron también otros ocho cuerpos masculinos que, según las primeras observaciones, podrían haber fallecido por causas naturales. Sin embargo, ninguno de estos decesos fue notificado al Ministerio Público, lo que representa una grave omisión legal.
“A simple vista parecían muertes naturales; sin embargo, se tiene que dar aviso al Ministerio Público. Por ello, se cerró la funeraria”, explicó la fiscal.
El establecimiento quedó bajo resguardo policial para preservar posibles evidencias. Asimismo, se dio vista a la Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), que revisará las condiciones de operación del inmueble y verificará que cada una de sus áreas cumpla con las normas sanitarias y legales.
Hasta el momento, el Hospital General de Tijuana, administrado por el IMSS-Bienestar, no ha ofrecido una explicación sobre por qué el cuerpo del bebé fue entregado directamente a la funeraria sin dar parte al Ministerio Público. La institución argumentó que sus directivos se encontraban en reuniones, sin responder a los cuestionamientos específicos.
La fiscalía ya abrió una carpeta de investigación tanto por el caso del menor como por las irregularidades detectadas en la funeraria.
“Es un hecho delicado, con múltiples responsabilidades por esclarecer. Nuestra prioridad es proteger a los más vulnerables y evitar que tragedias como esta se repitan”, subrayó la fiscal Andrade.